Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

28 Mar, 2020

Cisne negro y falso dilema

Aunque Bill Gates advirtió desde años que las pandemias son uno de los mayores riesgos para la humanidad. El surgimiento del virus SARS-CoV-2 califica como un cisne negro que implica un hecho de poca probabilidad y gran escala cuyas consecuencias modifican irreversiblemente el panorama.

Aunque se puedan apreciar las fisuras que provocan fenómenos de esta naturaleza como lo advierte Gates, es imposible anticipar cómo se va a desdoblar de manera específica. El término del cisne negro lo acuñó el matemático, inversionista y pensador que se define así mismo como profesor de ingeniería del riesgo Nassim Nicholas Taleb, una personalidad muy activa y refunfuñona, quien a propósito de la pandemia de COVID-19 escribió un duro editorial en el periódico The Guardian criticando la respuesta británica que estaba basada en permitir contagios para que grandes segmentos de la población joven desarrollaran inmunidad y disminuir el impacto de paralizar la actividad económica. En el artículo, Nassim Taleb planteó: “hicimos un llamado por un principio de precaución en donde importa inmediatamente habilitar medidas robustas que habrían sido en su momento pequeñas, como limitar la movilidad. Más tarde invocamos inversiones rápidas para estar preparados: exámenes de COVID-19, capacidad hospitalaria, abasto para atender pacientes”.

Es evidente que el enfoque inicial del primer ministro Boris Johnson no funcionó y como la mayor parte de los liderazgos políticos no pudo anticipar la evolución de la epidemia y como muchos hasta la fecha, utilizó estadísticas de enfermedades crónico-degenerativas y las comparó con COVID-19, sin advertir por ignorancia o por trampa, que la diferencia estriba en que el nuevo virus tiene un crecimiento exponencial y que al no haber cura tiene una dimensión totalmente distinta que las muertes por accidentes de tránsito o por influenza, lo que desborda los sistemas de salud.

En México, la estrategia que ha definido el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, consiste en hacer pocas pruebas y apostar a la detección mediante la red que se tenía desde el brote de influenza A1H1 que fue muy exitoso en 2009. El tema de preocupación es que México ha hecho muy pocas pruebas y eso puede provocar que haya una mayor tasa de contagio y que nos demos cuenta cuando sea muy tarde como le ocurre a Estados Unidos, que ahora es el centro de la pandemia en el mundo.

Uno de los elementos que menciona Nassim Taleb es que el modelo que se planteó en Reino Unido no tenía margen de error, hasta ahora nadie le ha preguntado al subsecretario de Salud cuál es el margen de error de su modelo.

Ojalá sea un modelo muy robusto ante errores como lo plantea Nassim Taleb, porque un error exponencial será muy costoso para el país. Uno de los datos inquietantes es la brecha de casos confirmados en San Diego y Tijuana, dos urbes que viven en una profunda simbiosis y que deberían tener un número de casos parecido.

También plantea que se ha generado un falso debate que plantea que la contención del virus puede generar un mayor impacto económico que el de salud. Al respecto, el subsecretario Hugo López-Gatell ha dicho que: “En México queremos un balance entre proteger la salud y a las economías más debilitadas” en mi opinión se trata de un falso dilema porque si apagas la economía de manera severa en las grandes urbes dos semanas y redireccionas recursos a las poblaciones vulnerables a través de alimentos y transferencias directas durante las dos semanas, daría resultado, pero eso implicaría claramente aplazar o cancelar proyectos superfluos y no rentables como Santa Lucía, Dos Bocas o Tren Maya.

Sabemos que en eso no hay flexibilidad y de ahí la presión por no apagar a la economía que resulta en un falso dilema.

 

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