Malas señales en la Cofepris

El desempeño de -0.1% de la economía en 2019 es como muchos de los fenómenos que afectan al país, como la obesidad o la inseguridad. Cuando se hace un análisis profundo, la única conclusión es que se trata de problemas multifactoriales y en esa maraña de factores los diagnósticos se pierden y por eso es tan importante identificar dónde están los núcleos. Ya sabemos que el sector de la construcción fue un lastre y que no hubo inversión.

Otro de los núcleos al que no se le ha puesto tanta atención es la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), que encabeza José Alonso Novelo Baeza. El organismo regula alimentos y medicinas, lo que representa poco más del 10% del PIB, de ahí que es grave cuando instancias tan significativas padecen de tortuguismo, burocratismo o cosas peores.  Sectores enteros pierden competitividad: vacunas, medicinas, atención médica, las industrias alimentaria y de cosméticos, entre otros.

EFICIENCIA VS. IDEOLOGÍA   

Tanto en el sector farmacéutico como de alimentos son constantes las quejas por la imposibilidad de avanzar con trámites y de la gran desorganización que padece la Cofepris ante la ineficiencia que conlleva desmontar procesos de política pública para sustituirlos por prejuicios ideológicos que postulan que todo lo que se hizo en el pasado estaba mal. En donde los funcionarios competentes que han hecho carrera en el organismo son observados con sospechas y ante su renuncia son sustituidos por funcionarios quizás bien intencionados, pero incompetentes y en otro caso peor.

UN BOTÓN DE MUESTRA

La compañía Novirsa París publicó una carta el 10 de febrero pasado en la que señaló que el 28 de agosto de 2019 presentó una solicitud para la revisión de un suplemento. Como dicho proceso fue ignorado por la autoridad, y después de haber perdido casi tres meses, hicieron una nueva solicitud el 22 de noviembre que también resultó ignorada.

De acuerdo con la misiva, Novirsa París no comercializa medicamentos y se dedican únicamente al sector cosmético y de suplementos alimenticios, sin embargo, le cancelaron la campaña publicitaria. Hay que entender que una empresa invierte cantidades importantes de dinero en desarrollar un producto y todo ello se tira a la basura si la autoridad no se define e ignora la solicitud. Al menos si la Cofepris rechazara la solicitud, la empresa puede corregir o demostrar sus razones, sin embargo, la falta de respuesta provoca que toda la inversión y los planes sean un desperdicio, generando mucha incertidumbre.

LA RESPUESTA

La misiva, lejos de hacer que en la Cofepris revisaran procesos y se diera alguna respuesta, generó amenazas y acoso, al menos eso se deriva de la segunda carta que publicó Novirsa París en la semana que termina. El nuevo escrito de la compañía acusa un operativo en su contra con tono punitivo e, incluso, menciona que se presentaron mariachis para burlarse de la compañía. La acusación de Novirsa París está sustentada por una denuncia penal, lo cual habla de argumentos y de desesperación.

El negocio de cualquier compañía es primordialmente desarrollar, comercializar y promover sus productos, es raro cuando tiene que desviar esfuerzos en publicar cartas y presentar denuncias contra la autoridad. En el cálculo, muchas otras empresas optan por guardar silencio, pero las cartas hablan del grado de desesperación e indignación.

Novirsa París afirma de manera puntual que recibieron amenazas de operativos emplazados para el próximo lunes en contra de las plantas de fabricación de sus productos en Morelos y Jalisco. La carta de la compañía de la que dependen dos mil familias dice: “Nos desola estar obligados a tomar medidas de confrontación, cuando estamos exclusivamente requiriendo una relación de que se espera entre una empresa y el servicio público que se basa en la cordialidad, la cooperación y el respeto mutuo”. 

Novirsa París es de las pocas que se atreve, pero la parálisis de la Cofepris afecta a muchos.  Si realmente se quiere impulsar la inversión y el crecimiento económico, una de las primeras áreas a destrabar es justamente la Cofepris.