Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

3 Feb, 2021

México exporta amor, pero es ingrato

¿Cuál es el motor que impulsa a un padre a dejar atrás a su familia por un tiempo largo y correr riesgos mortales? ¿Qué lleva a una madre a arriesgar a sus hijos a cruzar por el desierto y exponerse al crimen organizado? ¿Cuál es la explicación de un joven que deja amigos y familia para trabajar de sol a sol? La primera respuesta es dinero, pero, en el fondo, se trata de amor, y el amor de todos esos millones de mexicanos está ejemplificado en un número específico: 40,607,000,000 dólares.

En medio de la pandemia, millones de mexicanos salieron a trabajar, exponiéndose a enfermar de covid-19 en construcciones, en los campos de cultivos, en los restaurantes, limpiando casas, y buena parte de lo que ganaron lo enviaron a sus familiares en México y la única razón que lo explica es el amor por los que dejaron atrás. Una de las razones que hace que las remesas registraran un crecimiento de 11.4% en 2020 es que muchas de las actividades en las que se desempeñan los mexicanos fueron esenciales y, por lo tanto, riesgosas, a lo que se suma que algunas familias han logrado mejorar su estatus migratorio y recibieron cheques de estímulo.

México exporta mexicanos que, por amor, se van a Estados Unidos y cuya expresión del sentimiento el año pasado fue más del doble que lo que exportamos por petróleo y sus derivados.

 

INGRATITUD

Sin embargo, ante este amor, somos ingratos como país. Desde hace décadas nos resultan indiferentes los enormes riesgos que corren nuestros compatriotas que buscan darle mejores condiciones a sus familiares.

El último episodio que retrata dicha ingratitud se dio en Camargo, Tamaulipas, hace unos días. En dicho lugar encontraron 19 cuerpos calcinados y, aunque sólo se han identificado a cuatro personas, queda claro que eran emigrantes que podrían provenir de Guatemala, pero que también podrían ser de México. El asunto no ha generado mucha reacción en la sociedad, no hay convocatorias a marchas en la Ciudad de México, es noticia por el número de fallecidos, pero no lo es la cotidiana pesadilla que sufren.

Hay muchas crónicas periodísticas que hablan de las extorsiones, secuestros y torturas que sufren los centroamericanos que tratan de cruzar por nuestro país para llegar a Estados Unidos y no es distinto del calvario que sufren nuestros connacionales, la sociedad está entumecida.

 

NEGLIGENCIA

De acuerdo con el desglose de las remesas que hace BBVA Research, las dos entidades de donde viene la mayor parte de los envíos de dinero de los mexicanos en Estados Unidos son California y Texas.

Las remesas provenientes de California representaron, el año pasado, el 31% del total, lo que implica que dichos trabajadores tuvieron la capacidad de aportar su productividad a la economía estatal número uno de la Unión Americana que, si fuera un país, se ubicaría en la quinta posición por Producto Interno Bruto y, al mismo tiempo, pudieron ahorrar y enviar a su país de origen 12 mil 677 millones de dólares.

Desde Texas, que es la segunda mayor economía estatal de Estados Unidos, 40% más grande que la economía mexicana, los connacionales aportaron a esa maquinaría económica y enviaron a México 6 mil 367 millones de dólares. Hay que imaginar lo que habrían aportado al país esos mexicanos con su amor y ganas de progresar si hubiesen podido producir lo que hicieron en Estados Unidos.

Un dato adicional de la ingratitud: las remesas en efectivo apenas representaron 0.76% del total enviado en diciembre, pero hay quien quiere arriesgar la estabilidad macroeconómica que beneficia a las familias de esos migrantes, supuestamente para ayudarlos.

 

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