Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

20 Mar, 2019

Petróleo del siglo XXI

Desde el siglo XIX hasta la fecha el petróleo y los hidrocarburos han sido los motores que han transformado e impulsado a la economía global, sin embargo, aunque en el siglo XXI lo seguirán siendo, hay un nuevo combustible aún más determinante, se trata de los datos. De acuerdo con el tecnólogo y visionario Kai-Fu Lee, el motor que ya impulsa y transforma a la economía es la inteligencia artificial y el combustible que utiliza son los datos.

En septiembre del año pasado, Kai-Fu Lee publicó un libro titulado: AI Superpowers, China, Silicon Valley and the New World Order, todavía no se traduce al español, pero en nuestro idioma su título sería: Superpotencias de la Inteligencia Artificial, China, el Valle del Silicio y el nuevo orden global. En dicha obra plantea que esta particular tecnología ya comenzó a cambiar las dinámicas económica y sociales.

Además de ser un investigador de alto nivel de inteligencia artificial, Kai-Fu Lee conoce el corazón del Silicon Valley y de Zhongguancun, una zona al Norte de Pekín que se convirtió en la cuna del emprendedurismo tecnológico en China junto con otras ciudades como Shenzhen y Hangzhou. Además Kai-Fu Lee trabajó en Apple, encabezó a Google en China y lanzó un fondo de capital de riesgo especializado en tecnología con un portafolio de mil millones de dólares. De acuerdo con el autor hay 4 etapas de la inteligencia artificial (IA): la IA de internet que tiene algunos años con nosotros y son redes neuronales que analizan nuestros patrones de comportamiento en internet y colocan contenido de acuerdo con nuestras preferencias en YouTube o Netflix. Un buen ejemplo es Cambridge Analytica que utilizó los datos que recabó Facebook para hacer mensajes de contenido político muy persuasivos, dirigidos a votantes muy específicos que, en este caso, inclinaron la balanza hacia el entuerto del Brexit y el triunfo de Donald Trump. La segunda ola de inteligencia artificial es de negocios y se refiere a la enorme cantidad de datos que genera una empresa y a través de deep learning encuentra correlaciones poco aparentes; por ejemplo, Kai-Fu Lee menciona que una fintech encontró que las personas que solicitan créditos en miércoles tienen una menor tasa de morosidad que los que solicitan un crédito en viernes. Un analista humano sería incapaz de detectar dicha correlación. La tercera etapa tiene que ver con la inteligencia artificial de la percepción en donde las máquinas tienen la capacidad de reconocer e interpretar imágenes o sonidos, eso también comienza a formar parte de la vida cotidiana, cualquiera que tiene Alexa de Amazon o que utiliza Ok Google o Google Home, sabe que el reconocimiento de voz avanza a pasos agigantados. La cuarta ola se refiere a la inteligencia artificial autónoma en la que los dispositivos o tecnologías tienen mayores capacidades. Un ejemplo de ello son los vehículos autónomos, en un principio estos dispositivos se han desplegado en ambientes estructurados; me ha tocado observar vehículos de transporte autónomos de insumos en las plantas de Interceramic en Chihuahua, Seat en Martorell y una de microprocesadores de Samsung en Seúl. La inteligencia artificial es un reto enorme para todos, particularmente para países manufactureros como México. En su libro, Kai-Fu Lee dice que hay cuatro ladrillos que las potencias de IA deben tener: datos abundantes, emprendedores tenaces, científicos de IA capaces y políticas y regulaciones que apoyen. México es el décimo primer mercado del mundo, es decir, tiene datos abundantes. Sería bueno entender cómo aprovechar este yacimiento de petróleo del siglo XXI. En Mayo, KIO Networks traerá a dos luminarias para hablar de Inteligencia Artificial; puede ser el catalizador para comenzar la discusión en México.

 

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