¿Dónde volarán los drones?

En la película Volver al Futuro II, filmada en 1989 y cuyas escenas representan el devenir del entonces lejano año 2015, hay una escena interesante en la que el antagonista estrella su patineta flotadora en el edificio principal del pueblo, e inmediatamente sale arrestado y captado por la prensa.

La prensa es representada no por personas sino por aparatos que vuelan, toman fotografías y graban contenidos sin intervención humana. 

A 30 años de esa película, la tecnología ha avanzado a pasos tan agigantados que aquellos aparatos futuristas son ahora una realidad no sólo para usos militares sino también, para cualquier consumidor a precios accesibles. Los llamados vehícu-
los aéreos no tripulados son ahora una realidad para millones de consumidores.

La tecnología inició principalmente con usos militares. Estados Unidos y su industria de defensa crearon impresionantes dispositivos militares que son capaces de obtener inteligencia, bombardear objetivos y llevar actividades encubiertas a kilómetros de altura.

Sin embargo, ahora cualquiera puede comprar un aparato a precios muy accesibles e impresionantes capacidades que permiten realizar actividades de uso civil como topografía, fotografía área y cinematografía.

Incluso se habla ya de usos comerciales por parte de empresas como Amazon, Fedex y DHL para la entrega de paquetería.

En Estados Unidos y otros países, como con cualquier otra tecnología disruptiva y naciente, las autoridades buscan regular su uso en aras de la privacidad de las personas, el uso del espacio aéreo y la seguridad de personas, propiedad privada, vuelos comerciales y hasta el uso legal de las redes de telecomunicaciones y radiodifusión (principalmente por algunas de las frecuencias que utilizan estos aparatos).

Para botón de muestra, hace unos años, uno de estos drones (de uso no comercial y no militar) accidentalmente se estrelló en el jardín de la Casa Blanca causando una gran movilización. En otro incidente, en YouTube puede verse volando a uno de estos aparatos por arriba del aeropuerto de Turquía (https://youtu.be/l_i_o-ZMstQ), poniendo en riesgo los vuelos comerciales. Finalmente, hace algunos meses, el principal aeropuerto del Reino Unido cerró ante la aparición ilegal de drones, causando enormes retrasos y pérdidas.

En México, la tecnología ha sido regulada copiando los estándares de Estados Unidos. A ese respecto, dos agencias intervienen: el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y la Dirección General de Aeronáutica Civil, de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes,  (DGAC).

La primera vigila el uso de frecuencias libres e incluso deberá abrir nuevas frecuencias para ésta y otras tecnologías. La segunda deberá vigilar la seguridad ante la posible interferencia con aeronaves civiles y proteger la seguridad nacional.

Al momento, la DGAC ha emitido una circular y ahora trabaja con la industria en una Norma Oficial Mexicana para regular esta tecnología. Ninguna otra agencia gubernamental deberá intervenir. De lo contrario, podremos sofocar una impresionante tecnología disruptiva que reformará industrias.