CIUDAD DE MÉXICO.- En el supermercado existen un sinfín de ofertas en productos lácteos. En particular, los yogurts pueden ser engañosos.
¿Cuáles son en realidad sanos?, ¿cuáles son ultraprocesados?
Para que no tengas dudas la próxima vez que realices tus compras, te lo explicamos a continuación.
En su blog la nutrióloga Anabel Fernández detalla algunos consejos que esperamos, te sirvan la próxima vez que elijas uno de éstos productos.
Promesas
Que sea artesanal, ligero, bajo en grasas, o saludable no necesariamente es cierto. Puede que suene increíble, pero debes pensar que las promesas no siempre son ciertas y deberías fijarte más en el detalle de los ingredientes.
Azúcares
Por naturaleza, todos los yogurts tendrán azúcar. El problema principal es 1) si no es la que “naturalmente” tiene el producto y 2) la cantidad.
Si en endulzantes encuentras cantidades grandes azúcares, caramelos, fructosa o jarabe de maíz, no estarás comprando un producto necesariamente “sano”.
Conservadores
Casi todos los yogurts lo tienen. Entonces, si estás buscando algo “natural”, considéralo. Lo cierto es que los productos sin conservadores son en realidad más caros que los convencionales. Deberías valorarlo y decidir.
Ingredientes
Si contiene fruta o algún cereal está bien. Pero después analiza, el yogurt está hecho con leche y fermentos lácticos. Puede contener algunas bacterias añadidas o nata, no mucho más. Si la etiqueta te marca otros ingredientes, posiblemente no sea ese desayuno que esperas tener.
La proporción correcta -de acuerdo con la especialista en su blog- es pensar en una proporción. Por cada 125 gramos de yogurt, es recomendable que no se superen 5 gramos de azúcar. Siendo así, los azúcares vendrían seguramente de la misma preparación del producto.
Ahora lo sabes, más caro o barato no necesariamente es “mejor”, fíjate en la etiqueta.
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