Ante la incertidumbre, comprar joyas; el ahorro infalible

Es innegable que la compra de joyas permite un ahorro para eventualidades y sirve como moneda de cambio. En escenarios de incertidumbre, como guerras, o durante una devaluación de las monedas, esta ha sido una práctica recurrente para recuperar el valor del objeto en un momento posterior. Con las sanciones en Rusia, el rublo en picada y el mercado de accionistas detenido,

los Rusos acaudalados están comprando joyería de lujo y relojes en una apuesta por mantener el valor de sus ahorros”, explicó Jean-Cristophe Babin, CEO de grupo Bulgari, en entrevista con Bloomberg.

VENDER Y COMPRAR JOYAS

Existen diferentes modelos de negocio de los compradores de joyas, por ejemplo, los compro-oro, las casas de empeño y las casas de subasta.  

Debe saberse que al vender una joya con los compro-oro, estas no serán valoradas por su estética, ni su diseño, y algunas veces hasta pueden desdeñar la pedrería. Evidentemente no toman en cuenta su valor sentimental. Sencillamente se toma en cuenta el peso y la pureza del material.

Generalmente estos comparadores no permiten que el vendedor pueda adquirir de nuevo las piezas que ha vendido, argumentando que han sido enviadas a la fundición. Es recomendable verificar el peso de la pieza en otra balanza antes de acudir al local de compra.  En cuanto a la pureza, puede observarse por ejemplo en una pieza de 18 kilates un grabado de 750, indicando que la pieza tiene un 75% de pureza. Es recomendable acudir a establecimientos que llevan tiempo en el giro y acudir a sucursales en calles principales para prevenir robos a la salida del establecimiento.

Las casas de empeño consisten en prestar dinero al dejar la pieza a cambio durante un periodo de tiempo. En el plazo establecido habrá que regresar el dinero, más el concepto de intereses y se podrán recuperar las joyas. Este método es el más seguro pues este tipo de negocios cuentan con una caja de ahorro y en caso de que la casa de empeño subaste la pieza la diferencia del valor será a favor de su dueño inicial.

Otra opción es vender las joyas en una casa de subastas, en las que serán más valoradas piezas antiguas, que contengan pedrería o con algún valor artístico. En estos negocios, la comisión por venta de piezas puede significar hasta un 15% o 25% del valor total de compra y posiblemente pueda tardar 2 meses en poder vender la pieza. Se vuelve indispensable tazar la pieza en varias casas de subasta antes de seleccionar una.

Cuéntanos, ¿cuál prefieres tú?

oms