Los fraudes tienen el objetivo de generar un daño económico en favor de un tercero. Los defraudadores buscan información para obtener un beneficio ilícito.
Haya que empezar a identificar cómo se hace un fraude financiero. Si es demasiado bueno para ser verdad, probablemente sea un fraude. Siempre duda y cuestiona.
Si encuentras un producto financiero demasiado bueno para ser verdad, duda.
No existe el instrumento financiero perfecto. ¿Cómo sería un instrumento financiero perfecto?
Tiene tres componentes básicos:
- Primero: Tu colocar el dinero y va a estar seguro, resguardado, bien cuidado.
- Segundo: Es líquido, es decir, tienes acceso a tu dinero cuando quieres en el momento que quieres y puedes hacer con él lo que quieras.
- Tercero: te da rendimientos, está creciendo tu dinero
Si un instrumento financiero cumple las tres, estas en riesgo de ser defraudado. Si te ofrecen un producto que combina seguridad, liquidez y rendimiento, ¡es un fraude!
En comparación, vamos a ver los ejemplos de los que no son fraudes, por ejemplo:
Un banco: si tu dinero está en el banco, está seguro. Puedes disponer de él cuándo quieras, pero, lo que un banco no te da son rendimientos. Solamente tienes el dinero guardado sin ponerlo a generar ganancias.
Fondos para el retiro: tu dinero está seguro, las Afores son seguras ya que están reguladas. También ofrece rendimiento, pero no puedes disponer de él cuando quieras.
No existe instrumento financiero perfecto como, por ejemplo:
Tu metes tu dinero y lo tienes liquido en 3 semanas, con un rendimiento del doble, es decir, recibirás el doble de dinero que metiste. Es demasiado bueno para ser verdad.
Es bueno invertir y tomar riesgos, pero es muy importante poner especial atención en dónde colocamos nuestro dinero. Leer bien las condiciones y que te brinque cuando te prometan maravillas.
Si tienes dudas, Condusef tiene una lista de empresas reguladas y de empresas fraudulentas y siempre pueden asesorarte.
También puedes conocer aquí los fraudes financieros y cómo evitarlos.
CP