CIUDAD DE MÉXICO.- Los fondos de inversión tuvieron su origen en la incipiente era de la Revolución Industrial y en pleno apogeo del comercio global de finales del siglo XIX, recordó Roberto Cano Díaz.
El director ejecutivo de Captación de Fondos de Inversión de Banorte, explicó que Holanda e Inglaterra requerían financiar los proyectos en ultramar, de infraestructura, comercio y nuevas formas que complementaran el capital de gobiernos y del sector privado.
Así surgieron los primeros fondos de inversión en los que se invitaba a pequeños y medianos inversionistas a convertirse en socios de grandes empresas con objetivos muy particulares, y algunos tenían que ver con el comercio, y por lo tanto en inversiones de flotas navieras.
El secreto de las grandes compañías
Aunque no muchos nos demos cuenta, las grandes empresas de tecnología, como Apple o Google, se formaron a partir de los fondos de inversión, es decir que, cuando muchos pequeños inversionistas se juntaron y lograron una bolsa de dinero, decidieron invertir en emprendedores a los que tenían confianza.
Este impulso económico se dio gracias a que los instrumentos de inversión como los fondos son muy fáciles de adquirir y comenzar a invertir. Este sistema ha impulsado la economía a gran escala y por eso se ha convertido en el instrumento de cajón para los inversionistas.
En estos tiempos de volatilidad recurrir a fondos de inversión estables y con un comportamiento recurrente y con respaldo de grandes grupos financieros es la mejor manera de invertir y poder ayudar con la estabilidad de un país.
*livm