Por qué se dice que la inflación es el impuesto de los pobres

La inflación es un fenómeno que provoca que el pobre sea más pobre y el rico más rico. Y, al final, también es un impuesto del que los gobiernos se aprovechan
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Ilustración de dos personas afectadas por la inflación
Por qué se dice que la inflación es el impuesto de los pobres. Foto: Dall-e3

Expliquemos la inflación con ejemplos. En la Ciudad de México, en los años 70 del siglo XX, el transporte público cobraba un peso. Por eso es común que la gente mayor todavía llame a los microbuses “peseros”. ¿Te parece barato? Espera a ver los ejemplos y entenderás por qué la inflación es lo peor que le puede pasar a una persona que vive en la pobreza.

Si consideramos que en 1992 le quitaron tres ceros al peso mexicano, hace más o menos 50 años, la tarifa del transporte público era el equivalente a una milésima de peso actual. Con poco más de $1.50 pesos actuales pagarías el pasaje de todas las personas que le caben a un tren del metro, alrededor de 1,500 (asumiendo que el boleto del metro hace 50 años también era de un peso por persona). Así funciona la inflación.

La inflación afecta más a los que menos tienen

En estricto sentido, la inflación afecta a todos los miembros de una sociedad; sin embargo, la gente pobre es la más afectada. No es un problema de los pobres, porque cuando los precios suben, disminuye la capacidad de compra para todos los que usan la moneda, pero sí son los más afectados. Por ejemplo en México, el Gobierno reconoce que la inflación afecta más a los pobres.

Ilustrémoslo así: una persona pobre gana $100 pesos libres al día y otra rica gana $1,000 libres al día. Con ese ejemplo, imaginemos que la tortilla pasa de $10 a $12 pesos por kilo. El pobre pasará de ceder el 10% de sus ingresos a un 12% para comprar un kilo; el rico pasará del 1% al 1.2%. Ambos son afectados, pero uno lo es más. Ninguno de los dos podría omitir el gasto en la alimentación.

gráfica de cómo afecta más la inflación a un pobre

Y todavía más. El rico probablemente tiene acceso a un crédito y el pobre no, y si este lo tiene, es en circunstancias muy ventajosas para quien le da el crédito, como tasas muy altas. ¿Por qué le convienen más al rico? Veámoslo con otro ejemplo. Supongamos que ambos quieren comprar un terreno de $100 mil con un crédito de un año. Al rico le dan el crédito porque ven que puede pagarlo; al pobre, no, porque el riesgo de que no pague es alto.

Entonces imaginemos que el rico adquiere el crédito por un terreno de $100 mil pesos a una tasa del 10% anual. Al final del año pagaría $110 mil, considerando los intereses. Ahora imaginemos que la inflación es del 10% anual. Cuando termine de pagar el terreno, este valdrá 10% más por la inflación, es decir, $110 mil pesos… sin invertir más, sin hacer nada. O sea, no le perdió ni con los intereses. Pero además, como su dinero sí perdió valor en un -10%, es como si hubiera pagado $99 mil (o sea, $110 mil menos 10%). El rico ahora tiene un terreno de $110 mil y el pobre, bueno, tiene salud (idealmente).

Ahora imaginemos que el pobre sí obtuvo un crédito por un celular de $10 mil pesos, a una tasa de interés del 80%, que es similar a la que dan las tiendas departamentales hoy en día. En un año terminó pagando 18 mil y su celular no tiene plusvalía. Así que seguramente al terminar de pagarlo, podría revenderlo en $5 mil, si le va bien. Regaló $13 mil, que se lo reparten entre el vendedor y el Gobierno. Porque ¿sabías que el Gobierno también recibe más ingresos con la inflación?

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La inflación es un impuesto

Resulta que con la inflación, el Gobierno recauda más IVA. John Maynard Keynes, un famoso economista, así lo sugirió desde hace varios años. Siguiendo con el ejemplo del que gana $100 y el que gana $1,000, veamos un caso. Ambos quieren comprar unos zapatos que, de costar $500, pasan a costar $550, por la inflación. Cuando costaban $500, se pagaban $80 pesos de impuestos (el 16% del precio total, que es para el Gobierno, vía IVA); ahora que cuestan $550, se pagan $88 pesos de impuestos. Mientras el pobre destina el 88% de sus ingresos totales de un día, el rico destina sólo el 8.8% de su salario diario.

Debido a que los Gobiernos suelen tomar decisiones económicas basándose en intereses electorales y no económicos, los países desarrollados suelen dejar el control de la inflación en un organismo independiente, que es su banco central. ¿Cómo podría un Gobierno hacer inflación teniendo el control del dinero? Fácil: imprimiendo más billetes para regalar y para que la gente sienta que tiene más y gaste más (y vote por ellos); se genera inflación porque hay más demanda de mercancías, y el comerciante sube el precio a la suya y ahí comienza la escalada de precios de los demás. El control independiente no le gusta a los Gobiernos autoritarios, pero es eso o tener tasas como la de Venezuela, que tiene un 317% anual, según los últimos registros.

En general, la inflación provoca empobrecimiento por el funcionamiento del sistema económico. Los más pobres terminan consumiendo prácticamente todos sus ingresos en pagar su supervivencia, por lo que la inflación “mata” su capacidad de ahorro. Y es peor cuando la inflación se concentra en productos y servicios básicos.

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