Gerardo Aparicio

Gerardo Aparicio

6 Dic, 2010

Mes de reflexión

Sin duda que este mes representa una cantidad de reflexiones, desde las espirituales por los eventos a celebrar, hasta recordar que el fin de año es una buena temporada para checar cómo anda nuestra salud física, mental y financiera, que esta última puede ser el soporte para las dos anteriores.

Es un mes donde afortunadamente algunos verán incrementados sus ingresos con cantidades extraordinarias que sólo ocurren una vez al año, pero también con una cantidad mayor de gastos por todo aquello que se avecina, pero también un momento de comenzar la planeación para el próximo año.

Si el comienzo es destacar lo importante de mis finanzas personales, lo primero es cuidar nuestro trabajo, que es la fuente de nuestros ingresos, aumentar nuestra productividad, eficiencia y mejorar el trato con los clientes, jefes y subordinados, para que en el momento en que la empresa donde laboramos recorte personal, situación latente siempre, existan menos posibilidades de estar entre los candidatos a salir de la misma.

El plan debe comenzar identificando cómo poderle generar utilidades a nuestra empresa, que seguramente tendrá una repercusión a nuestro ingreso y, de no ser así, la satisfacción de que, en lugar de sentirme un centro de costos, poder enorgullecerme por ser un centro de utilidades.

Aunque parezca insignificante, el que podamos pensar en cómo evitar gastos innecesarios para la compañía desde nuestra área de trabajo, seguramente en la suma de esfuerzos de nuestros círculos de compañeros, éstos serán de cantidades muy importantes para evitar que la empresa anteponga metas a veces inalcanzables y asfixiantes para cada uno de nosotros, el próximo año.

Simultáneamente a la labor anterior, el actuar en el seno familiar nos dará cuenta de la importancia de crear, la conciencia necesaria con cada uno de los que integran el hogar, ya sea como proveedor del recurso o bien alguien que administra el mismo para hacerlo estirar y estirar para cubrir hasta los deseos más codiciosos que quisieran alcanzar.

Con la anterior, entonces podemos ver que el ahorro no sólo debe ser en dinero, sino en especie, es más, hasta el esfuerzo debe estar perfectamente planeado para no provocar desajustes en nuestra salud y recuerde que, en el tiempo y lugar en que vivimos, una enfermedad puede ser la causa de la quiebra de muchas personas, con esto no estoy mencionando que se convierta en una persona que atesora sólo por el placer de tener más, sino que invierta para que al tiempo pueda lograr los frutos que desea.

Diciembre es sólo uno de los otros 11 meses, así que no debe hacer cambiar sus hábitos de consumo y evite tarjetazos y modere sus gastos.

*Catedrático de la

Universidad Panamericana