David Páramo

Análisis superior

David Páramo

6 Ene, 2011

El robo del siglo

A partir del primer día hábil de este año el gobierno de Hidalgo comenzó a pagar los intereses por un crédito que representa la tercera parte de su deuda total para pagar un elefante blanco.

Engañado por la administración de Felipe Calderón, el gobierno de Miguel Ángel Osorio Chong contrató esta deuda para “ganar” la construcción de la nueva refinería de Tula, la primera en más de una década; sin embargo, el gobierno simple y sencillamente cambió de opinión.

A pesar de que el año pasado el Congreso aprobó cinco mil millones de pesos para el inicio de esta obra, lo único que se hizo fue la licitación para construir una barda perimetral y los recursos simple y sencillamente se perdieron al no ejercerse.

Cuando se hizo la reforma energética tanto la secretaria de Energía, Georgina Kessel, como el entonces director de Pemex, Jesús Reyes Heroles, decían que era fundamental la construcción de una nueva refinería para disminuir la dependencia de las gasolinas importadas.

A juzgar por los datos que ha publicado durante los últimos días Excélsior el diagnóstico era correcto, puesto que el excedente por la venta de petróleo se ha gastado en comprar gasolina. Algo tan absurdo como que un productor de naranjas gastara todo su dinero en comprar jugo de naranja.

Sin embargo, el gobierno de pronto cambió de opinión. Filtró que económicamente era mejor comprar refinerías en el extranjero y tomó la decisión de no avanzar con la refinería en Tula. La forma poco seria en que se hizo la licitación del sitio, que se juró que sería por criterios estrictamente técnicos, generó que Hidalgo tuviera que pagar mucho más por ganar una obra que, esperaban, detonara el desarrollo de esta parte del país puesto que la simple construcción generaría un fuerte impulso económico.

El gobierno de Hidalgo ha exigido al gobierno federal que tome una decisión seria. Si no se va a construir la refinería, como indican todas las señales, no sólo que se diga abiertamente sino que además se absorba la deuda que tomado el estado.

Si bien es cierto que personas como Kessel, Jesús Reyes Heroles y ahora Juan José Suárez Coppel son responsables de esta barbaridad, la realidad es que se deberían tomar acciones como las que han exigido los legisladores federales de Hidalgo, es decir, liberar a esta entidad de una responsabilidad financiera hija de la irresponsabilidad en el diseño de una política energética para México.

RENOMBRADOS

Este año será de una gran consolidación para la banca mexicana. Mucho más allá de la fusión de Banorte e Ixe, lo relevante están siendo las reacciones de los bancos mexicanos. Santander, encabezado por Marcos Martínez, cerró el año comprando la operación de GE Capital en México, la cual era bastante grande aun cuando estaba siendo muy mal manejada.

Entre los grandes bancos mexicanos hay claridad de que el negocio es de volumen y de ahí que la estrategia de este año será buscar transacciones que les permitan un gran crecimiento. A no dudar durante los próximos meses se verá una gran cantidad de ventas, fusiones y alianzas.

No se pierda en las ventas de morralla que se harán con las sofoles a las que algunos “genios” quieren salvar convirtiéndolas en bancos, es decir, darle a un enfermo de problemas de capital y operación la posibilidad de ahondarlos. La verdad suena bastante absurdo.

Juran que, ahora sí, el 24 de enero reanudará operaciones Mexicana de Aviación. Hay quienes, con la mejor intención del mundo, creen que esto sucederá; sin embargo, se tienen que resolver algunas interrogantes.

¿Cuál será el vehículo a través el cual tenedora K le entregará las acciones a PC Capital? Como le hemos adelantado en esta columna el grupo de Arturo Barahona no ha mostrado realmente a inversionistas más allá de los conocidos vinculados con la administración pasada y accionistas de Ixe. Son dudosos los arreglos a los que han llegado con sindicatos y supuestos inversionistas cuando no son ellos quienes tienen las acciones.

Sin embargo, el punto más importante y crucial. ¿Quién pagará la deuda? Se han inventado historias como que Banorte se quedará con la deuda de Bancomext o algunas otras fantasías similares que, tercamente, siguen apuntando a que el banco que dirige Alejandro Valenzuela pagará los platos rotos. La realidad es que se ve casi imposible que esta línea aérea vuelva a volar… Por lo pronto, no tarda en anunciarse otra prórroga para el inicio de operaciones.

Desde finales de noviembre, señaladamente diciembre y lo que va de este año, las empresas de telefonía celular han tenido gravísimos problemas de operación en detrimento de sus clientes. La posición asumida por la Cofetel ha sido punto menos que ridícula al decir que se tienen que acercar al usuario y ellos a la autoridad. Lástima que un servicio tan importante esté en manos de un hombre tan incapaz como Mony de Swaan.