Hacienda toma fuerza en el gabinete

Sin lugar a dudas el presidente Calderón vio con buenos ojos al equipo hacendario al ascender a dos de los subsecretarios como secretarios de Energía (José Antonio Meade) y como secretario de Comunicaciones y Transportes (Dionisio Pérez-Jácome).

Cordero, presencia y supo hacer equipo

Para muchos fue una muestra de la mayor presencia que ha ganado Ernesto Cordero, a secretario de Hacienda. Y claro que Cordero ha sido un buen secretario: sacó el presupuesto sin baja en el IVA, ha lanzado la compra de Cetesdirecto y logró un bono de 100 años para México.

Pero más bien Cordero supo hacer un buen equipo en Hacienda porque, sinceramente, sería poco preciso decir que Meade y Pérez-Jácome llegaron con Cordero. Ambos tenían trayectoria propia.

Meade, profundizar reforma de Pemex

Meade es quien lleva más tiempo en el sector hacendario. Desde el IPAB a Hacienda y, sin exagerar, José Antonio es uno de los mejores cabilderos del actual gobierno federal: tiene conocimientos técnicos, entiende la postura del gobierno federal, pero también las necesidades de los legisladores.

Sólo que ahora Meade tiene un reto mayúsculo: profundizar la reforma de Pemex o bien echarla a andar en cuanto a los contratos incentivados, los que deben ver con la exploración por parte del sector privado, tal y como lo ha hecho Petrobras en Brasil.

Además, deberá meter acelerador a la normatividad ambiental de varios productos eléctricos y energéticos para darles una garantía de calidad en México.

Pérez-Jácome: Mexicana y convergencia en Telecom

Pérez-Jácome también llevaba su propia trayectoria. Él es cercano al presidente Calderón. Incluso a principios de sexenio fue el coordinador de asesores de la Oficina de la Presidencia.

Y de allí cumplió lo que casi todos los subsecretarios de Egresos cumplen: ser cercanos al Presidente, independientemente de que le reporten al secretario de Hacienda.

Pérez-Jácome también lleva años en el sector público, pasó de la Comisión Reguladora de Energía a Presidencia y a Hacienda. Cuenta, sin duda, con conocimientos técnicos.

Pero recibe no una sino varias papas calientes. Desde el nuevo despegue de Mexicana y la reordenación del sector aéreo, hasta el relanzamiento de las telecomunicaciones donde los grandes operadores están enfrentados en momentos que el usuario final y las empresas deben utilizar cada vez más las telecomunicaciones.

Llevar a buen puerto la convergencia tecnológica para hacer más barato el acceso a internet, TV y telefonía, es un fuerte reto. Y ni se diga el de culminar con la transición en la radio.

En efecto, Pérez-Jácome es un funcionario con conocimientos técnicos de economía, pero tiene una curva de aprendizaje muy rápida en telecomunicaciones.

Kessel cumplió

Georgina Kessel, calladita, sin escándalos, puede decir que su paso por la Secretaría de Energía puede verse con hechos: Ayudó a sacar adelante la reforma de Pemex (aunque faltó su total implementación); ayudó en la liquidación de Luz y Fuerza del Centro; y también hizo que México diera el paso para sustituir los focos incandescentes por focos ahorradores de energía eléctrica.

Ahora Kessel va a seguir los pasos en Banobras, el banco que poco a poco ha ido creando productos financieros para los estados y municipios.

García Tamés a Citi en NY

Alonso García Tamés deja Banobras después de haberle otorgado productos financieros para estados y municipios. Fue subsecretario de Hacienda. Estuvo en Banobras. Y ahora acepta privatizarse tras décadas en el sector público: va a Citigroup en Nueva York, al área de banca global dedicada para América Latina. Una buena contratación del Citi.

SCT y las papas calientes: van Téllez y ahora Molinar

En la SCT pocos pueden soportar tanta presión.

En este sexenio la SCT ya lleva dos secretarios. Uno fue Luis Téllez, ahora presidente de la Bolsa Mexicana de Valores, y quien dejó el cargo en medio de una campaña de filtraciones telefónicas. Y ahora Juan Molinar, que a pesar de los intentos de sacar la TV digital y la convergencia tecnológica, lo persiguieron los temas que fueron desde Mexicana hasta los del IMSS, en medio de campañas políticas. En la SCT hay presiones de todas partes y es que todos son operadores muy fuertes.