David Páramo

Análisis superior

David Páramo

11 Ene, 2011

Cantera inagotable

Ernesto Cordero dice que la cantera de la Secretaría de Hacienda es más grande que la de Pumas. Lástima que tenemos menos porra, bromea.

En los cuatro años de la administración de Felipe Calderón, dos han sido los secretarios de Hacienda y, con los nombrados ayer, en cada una de las tres subsecretarías tres subsecretarios, es decir, nueve funcionarios. El único de estos 11 funcionarios que no se forjó en la dependencia es Cordero.

A pesar de que se eligió a Gerardo Rodríguez (Ingresos) y Carlos Montaño (Egresos), el titular de las finanzas públicas dice que muchos otros tenían la capacidad y la experiencia para poder aspirar a cualquiera de esos dos puestos. De hecho, entre los propios trabajadores de la dependencia se hace la broma de que todavía podrían hacer otros dos o tres nombramientos de subsecretarios, puesto que material calificado los sobra. Lástima que no todas las dependencias tengan tanto material.

Ante las especulaciones en torno a que Felipe Calderón, nombró a José Antonio Meade y Dionisio Pérez-Jácome para pavimentarle el camino hacia la candidatura presidencial, Cordero ríe de lo que califica como demasiada imaginación por parte de algunos.

El argumento es contundente. Quizá en el México del pasado sí se podían usar los recursos del sector público como herramientas para impulsar a uno u otro candidato. La supervisión a la que hoy están sujetos los servidores públicos no sólo hace este tipo de acciones muy difícil sino hasta contraproducente desde el punto de vista de la percepción pública.

Contrariamente a las especulaciones políticas, Cordero tiene una gran claridad en cuáles son sus prioridades. El no está pensando en la candidatura a la Presidencia de la República, sino en el manejo de las finanzas públicas. Está muy pendiente del aumento de la recaudación de ingresos no petroleros y, quizá lo más importante, del fortalecimiento del mercado interno mediante un crecimiento más homogéneo del crédito.

Quienes hacen especulaciones en torno a la debilidad de Hacienda o las distracciones políticas del titular de esa dependencia, realmente están perdiendo el tiempo. Cordero está perfectamente enfocado en su trabajo.

RENOMBRADOS

Dionisio Pérez-Jácome tiene que tomar una o dos determinaciones fundamentales en los próximos días.

Primero. A pesar de que dice que a una primera vista la parece sólida la oferta de PC Capital por Mexicana de Aviación, la realidad es que tiene que encontrar soluciones efectivas sobre temas fundamentales como es el traspaso de las acciones de la línea aérea que hoy están en manos de Tenedora K.

Como experto en cuestiones financieras debe buscar la salida a los grandes adeudos que acumula la línea aérea y, en cualquier camino de solución, tendrían que pasar por una quita o un arreglo financieramente muy oneroso.

Con más tiempo, tendrá que llamar a cuentas a Humberto Treviño y definir una política aeronáutica seria.

Segundo. Deberá definir, con gran celeridad, la cancelación de la licitación 21 del espectro, puesto que todos los indicios, incluidos los jurídicos, establecen que ese proceso estuvo mal hecho y de ahí que se encuentre en el punto en el que está.

Por cierto, vergonzoso que antes de irse Juan Molinar convirtiera en secreto durante 12 años los datos de esta licitación. ¿Qué pretenderá ocultar este hombre?

José Antonio Meade declaró que sí se construirá la refinería de Tula. El nuevo secretario de Energía tendría que ser más específico, puesto que supuestamente esta obra está en proceso, aun cuando no se ha hecho absolutamente nada.

De entrada, habría que recordar que el presupuesto del año pasado consideraba cinco mil millones de pesos para esta obra y al día de hoy sólo se está licitando la construcción de la barda perimetral.

Tendrá que precisar, por ejemplo, cuál será el tipo de refinería que se va a construir no sólo en el tipo de petróleo que se va a procesar sino en su tamaño. Tendría que establecerse una política clara en el manejo de los hidrocarburos.

Cuando se creó la figura del Concurso Mercantil se dijo que sería un mecanismo para evitar el abuso que hacían algunas empresas de la quiebra, la cual se convertía en un pretexto para dañar a acreedores y trabajadores.

La resolución de la corte que impidió a Vitro iniciar el concurso mercantil, demuestra que esta ley sí impide efectivamente los abusos. La empresa con base en Monterrey pretendía fingir acreedores en detrimento de sus obligaciones de pago.

Además de los dos subsecretarios, Ernesto Cordero también nombró a Alejandro Díaz de León Carrillo, titular de la Unidad de Crédito público, y a Gerardo Sanciprián Administrador general de Aduanas del SAT.