Manuel Somoza

Inversión inteligente

Manuel Somoza

31 Mar, 2011

Jubilaciones

Hoy quiero darle un giro distinto a mi columna semanal, ya que el panorama macroeconómico y de mercados sigue muy parecido al de la semana pasada; es decir, no ha cambiado nada. En Europa, la nota sigue siendo Portugal, país que probablemente tenga que ser rescatado financieramente por su abultada deuda. La situación de África del Norte y Oriente Medio sigue su curso, y hoy, la única duda es si va a ser una contienda muy larga la de Libia, o en el corto plazo, los rebeldes apoyados por los aliados pudieran tomar Trípoli.

Desde el punto de vista económico, lo que más preocupa es el impacto del conflicto en los precios del petróleo, los cuales siguen desde hace 15 días entre 103 y 105 dólares el barril WTI; y por último, las noticias sobre el Japón a ratos son  un poco mejores —las relacionadas con la contingencia nuclear—, pero nadie se atreve a decir que la situación esté totalmente controlada.

Los mercados, en lo general, se han mantenido con signo positivo, el peso continúa muy fuerte, tocando ya niveles de 11.91 por dólar; y el euro, 1.40 por dólar ante la inminente expectativa de que el Banco Central Europeo suba tasas de interés. El rendimiento de los bonos a diez años que emite la Tesorería de Estados Unidos, ha empezado a subir nuevamente y todo apunta a que estarán buscando niveles cercanos a cuatro por ciento para finales de año.

Dicho lo anterior, quiero dar un giro de 180° para insistir en la necesidad de apoyar fiscalmente, mecánicas que le permitan a los mexicanos ahorrar voluntariamente con miras a una jubilación decente a partir de los 65 años. Tal y como las cosas se ven hoy, la tasa de reemplazo de los empleados y trabajadores que estamos registrados en el IMSS, en promedio, andará en niveles de 40%; para que se entienda mejor, la tasa de reemplazo quiere decir el porcentaje del último sueldo recibido, con el cual uno se va a jubilar. A mí me parece injusto el que después de una larga vida de trabajo (mínimo 30 años) y al cumplir los 65, cualquier persona se tenga que jubilar con menos de la mitad de su último sueldo. Estoy prácticamente seguro que dadas las circunstancias económicas por las que atraviesa el país, la mayoría de los mexicanos no contará con ahorros complementarios para hacerle frente a sus necesidades una vez retirados; por lo tanto, el hecho de recibir ingresos significativamente menores que los del último sueldo, traería casi obligadamente la consecuencia de tener que vivir con menos de la mitad que cuando uno estaba trabajando.

Si además consideramos que la esperanza de vida ha venido creciendo, y actualmente el promedio es que vamos a llegar cerca de los 80 años, en lugar de que sea un gozo el retirarse a descansar, después de tanto trabajar, esto se va a convertir en un tormento.

Por lo aquí expuesto me parece muy importante convencer a la Secretaría de Hacienda a dar estímulos fiscales a aquellos que estén dispuestos a empezar a ahorrar, y complementar con esto los fondos disponibles para su retiro. Los estímulos que hoy existen, me parecen insuficientes y poco atractivos; asimismo habría que contemplar que las aportaciones que hacen el gobierno y los patrones al sistema de pensiones actual, deberían de incrementarse e incorporar en forma forzosa, de la misma manera, aportaciones de los beneficiarios.

No podemos seguir soslayando este grave problema, la evolución de nuestra población todavía nos permite hacer algunas cosas; en la medida en que pase el tiempo, la situación será peor.

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