Manuel Somoza

Inversión inteligente

Manuel Somoza

14 Abr, 2011

Las lecciones de Lula

En los últimos años he manifestado mi frustración por vivir en un país que tiene grandes posibilidades de crecer, y no lo hace porque hay muchos políticos (la mayoría) que se han obstinado en cancelar y/o boicotear las posibilidades de crecimiento.

Llevamos 14 años haciendo bien una parte de la tarea, que ha implicado enormes sacrificios para la población. Este hacer bien las cosas es el esfuerzo que a partir del tercer año de la administración de Ernesto Zedillo, los seis años de Vicente Fox y los más de cuatro que lleva el presidente Felipe Calderón han sido administraciones que NO se gastaron más de lo que recibieron. Esto implicó no ceder a las presiones políticas, y al mismo tiempo cancelar programas de inversión y de gasto social en aras de lograr una estabilidad que se había perdido desde mediados de los 70; se puede decir que, los esfuerzos han sido enormes, pero los logros también.

El hecho de que todos los días le estemos ganando la lucha a la inflación y hayamos logrado mantenerla por debajo de 5% en los últimos años es producto de esa estabilidad lograda al no gastar más de lo que recibimos. Por supuesto, poder ver las tasas de interés en niveles mínimos históricos es fruto de lo mismo. De la igual manera lo es el hecho de que el balance económico de nuestro país brille, al compararlo con el balance de otras naciones; baste recordar que la deuda total de México representa 31% del PIB, en tanto que esta proporción en Estados Unidos y Gran Bretaña es de 85%, en Italia y España es de más de 70% y en Grecia e Irlanda supera a 100 por ciento. Además el déficit fiscal de México en 2010 fue tan sólo de 2.1%, cuando en Alemania de 4.5%; en toda la zona del euro, de 6.55% y en Estados Unidos de 9.95 por ciento.

Pues bien, todo lo anterior nos ha permitido vivir los últimos 14 años evitando crisis que se habían hecho recurrentes, y con una gran estabilidad. Lo frustrante, como comentaba yo al principio, es que el haber construido esta plataforma, no nos haya permitido crecer; la razón es la falta de congruencia y de visión de nuestros políticos que han impedido se lleven a cabo los cambios estructurales que requiere México para tener crecimiento. La “reforma fiscal”, que se hizo hace un par de años, no fue más que una gran miscelánea que lo único que logró fue complicar la vida a los causantes, sin hacer crecer la base de éstos y aportando marginalmente  incrementar los ingresos fiscales. La “reforma energética” siguió impidiendo lo que más se requiere, que es permitir la inversión privada en este sector. Quiero recordar que los únicos países, que yo sepa, que en el mundo no permiten inversión privada en el área del petróleo, son Corea del Norte y México. La “reforma laboral” sigue pendiente y, en conjunto, no haber avanzado en estos temas nos tiene anclados en la mediocridad.

Fue muy interesante escuchar al ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, cuando le dio una lección a la izquierda mexicana al establecer su tesis de que es indispensable, para disminuir los niveles de pobreza, poner al país en crecimiento y generar riqueza; y para ello llevar a cabo los cambios estructurales que se requieren, dejando a un lado los tabúes de los extremistas del sector social que vieron sus mejores días en los años 60 y 70 del siglo pasado. Baste como ejemplo la transformación en el sector energético de Brasil que hizo el ex presidente Lula y la creación de Petrobras, que era una empresa del gobierno ineficiente y quebrada, y hoy, es una de las empresas más importantes del mundo del petróleo, donde 66% está en manos de inversionistas privados brasileños y del extranjero.

La semana pasada en esta columna se publicó que el tipo de cambio era de 1.43 euros por dólar cuando debió de decir 1.43 dólares por euro. Ofrecemos disculpas a nuestros amables lectores.

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