Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

3 Oct, 2011

Reinventar la rueda

Hace diez años se inventó la rueda. La primera noticia la tuvimos el 23 de octubre de 2001, y fue Steve Jobs el encargado de anunciarla.

Una década después, todo parece indicar que la rueda ha terminado su ciclo, no sin antes haber dado todas las vueltas posibles. Al igual que terminó el ciclo del genio que le dio fama universal.

Mañana, por primera vez, Tim Cook habrá de demostrar cuánto puede llenar los zapatos de la figura más identificada con la firma Apple. Todos los ojos estarán puestos en la presentación de la quinta generación del iPhone y las reseñas del día siguiente elogiarán o denostarán sus novedades técnicas. Se comparará con ojo escudriñador el carisma del nuevo CEO con el del mesías de la tecnología, recién retirado en agosto. Y, desde luego, todos registrarán con ánimo morboso cómo se mueve el Nasdaq.

Y entre toda esa montaña informativa quedará sepultada la noticia de dos decesos: el del iPod classic y el del iPod shuffle, si se confirma el rumor develado por sitios especializados como Mashable, que cita a fuentes anónimas de The Unofficial Apple Weblog.

Duele en particular la desaparición del Classic, heredero del modelo presentado por Jobs precisamente hace diez años, frente a un auditorio mucho más pequeño que los que en años recientes atestiguaban los nuevos lanzamientos de la compañía de la manzana.

En ese momento, un Jobs en plenitud de su salud tardó casi 15 minutos en describir el que se convertiría con los años en el ícono de una revolución en la industria de la música que no daría vuelta atrás: un disco duro portátil del tamaño de una cajita de naipes capaz de almacenar una fonoteca completa. Parecía imposible imaginar los títulos de mil canciones que pudieran saturar la capacidad de aquel aparatito destinado a desplazar al discman.

Como bien hizo notar Jobs en su exposición, Apple no inventó los reproductores de MP3. Simplemente le dotó al suyo de su característico “diseño de Apple”. Y el elemento fundamental para el triunfo del iPod fue su rueda táctil, un dispositivo sensorial mediante el cual se manejan las funciones básicas del reproductor de música (tocar, adelantar, atrasar) y se podía buscar entre el mar de canciones la pieza deseada, haciendo círculos con los dedos para explorar los menús.

Y es que fue, precisamente, la rueda táctil —una tecnología que tampoco inventó Apple, pues sus fundamentos teóricos databan de principios del siglo pasado— el factor que decidió en favor de Apple la competencia entre reproductores musicales, superando a Sony y Creative y convirtiéndose en inalcanzable para su eterno rival, Microsoft, cuyo Zune no alcanzó siquiera a tener un estatus de culto.

Llamada primero scroll wheel y luego click wheel, la rueda del iPod volvió mucho más amigable la experiencia de escuchar música portátil: permitió localizar rápidamente canciones —incluso sin ver el dispositivo—, adelantarlas, ubicar un fragmento específico de la pieza, subir el volumen, crear listas de reproducción y disfrutar la música de manera fácil, sencilla y elegante.

Prácticamente, el acta de defunción de la click wheel estaba escrita el año pasado, cuando Jobs presentó la última generación de iPod nano que prescindía ya de la mítica circunferencia para adoptar la tecnología touch-screen característica de sus hoy hermanos mayores, el iPod touch, el iPhone y el iPad.

En aquel momento se ratificó la permanencia —al menos para su venta— del iPod classic de 160 gigas, cuya promoción deambula cual zombie olvidado en la página de Apple, tan abandonada que ni siquiera tiene actualizado el banner para descargar iTunes, que aún luce la portada del disco de Katy Perry de hace un año. Ya ni siquiera están disponibles para descarga los juegos con click wheel, que dieron nueva vida al Tetris y al Pacman. Triste final para una innovación cuyo destino merecía más que el rodar y rodar de la canción de José Alfredo. Una tecnología que demostró que en el iconoclasta mundo de la música, la Tierra sí es un planeta plano.

marco.gonsen@nuevoexcelsior.com.mx