Manuel Somoza

Inversión inteligente

Manuel Somoza

26 Ene, 2012

Declaraciones de la Reserva Federal

El día de ayer el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal dio a conocer en un comunicado que la política monetaria de Estados Unidos será acomodaticia en función de las expectativas de inflación en el mediano plazo y garantizó prácticamente tasas de interés excepcionalmente bajas hasta finales de 2014. Este aviso es distinto al del mes pasado, en virtud de que hace 30 días la expectativa era que las tasas de interés se mantuvieran bajas hasta mediados de 2013; la nueva notificación extiende esta perspectiva año y medio más.

Hay analistas que piensan que se están preparando las condiciones para tener un nuevo quantitative easing (que no es otra cosa que imprimir dinero nuevo para destinarlo a la compra de títulos de deuda), probablemente en apoyo del sector inmobiliario, el cual tendría como objeto comprar –con ese dinero– bonos hipotecarios.

Esta declaración de la Reserva Federal impactó favorablemente a todos los mercados; por ejemplo, en México, el tipo de cambio se revaluó para llegar al cierre en 13.00 pesos por dólar; de la misma forma, la Bolsa Mexicana de Valores revirtió las pérdidas para cerrar con una ganancia de 0.65%, y la tasa de interés de los bonos a diez años se redujo a 6.03, lo que significó una baja de seis puntos base. Efectos muy similares se vivieron en EU, con las Bolsas cerrando prácticamente 1% arriba del martes y revirtiendo las pérdidas, que eran de casi 0.5%, durante la mañana. Pero el efecto más significativo en EU fue que los treasuries de diez años de plazo, bajaron su rendimiento en seis puntos base, quedando en dos por ciento.

Además de lo anterior, las implicaciones serán de mediano y de largo plazo, porque toda esta serie de medidas de relajamiento monetario van encaminadas a tratar de impulsar la actividad económica en lo general, y lograr que el desempleo disminuya a 8.5% del 9% actual.

Si analizamos lo que está haciendo la Reserva Federal, en forma más minuciosa, nos dice que el crecimiento de la economía en la Unión Americana todavía es muy débil, y esto implica riesgos muy altos. Un factor que va a merecer mucha atención, es la inflación; uno de los peligros más importantes cuando se relaja demasiado la política monetaria es precisamente el que se generen presiones inflacionarias. Por esta razón, la Fed podrá cambiar su estrategia si el incremento en los precios se le fuera de las manos. La verdad sea dicha, hasta hoy la economía estadunidense ha tenido y tiene un ritmo de inflación moderado, a pesar de la enorme cantidad de estímulos monetarios que se han hecho en los últimos dos años.

Como corolario a lo anterior, se resalta la enorme diferencia entre un banco central que ha sabido mantener el equilibrio entre relajación monetaria e inflación controlada, que es precisamente lo que ha hecho la Reserva Federal, y un banco central que por mantenerse dentro de una ortodoxia estricta no ha sido un factor tan determinante para resolver la crisis financiera de los países que representa, siendo este el caso del Banco Central Europeo. Las mejoras que hemos visto en el ambiente europeo en las últimas ocho semanas, obedecen a que el BCE inyectó casi 500 mil millones de euros al sistema financiero europeo, prestando dinero a los bancos comerciales, a tres años de plazo y 1%, aceptando como colateral, deuda soberana europea.

El mecanismo europeo ha funcionado; sin embargo, el proceso ha sido muy complicado y seguirá siendo complicado porque al final quiere hacer el BCE lo mismo que la Reserva Federal, pero utilizando a los bancos comerciales en lugar de comprar la deuda soberana en directo, lo que sería más eficiente.

Ben Bernanke se apunta un buen tanto a su favor; pero ahora sólo nos resta esperar a ver los efectos, en el mediano y largo plazo, de estas medidas.

                www.somozafinamex.com.mx
                somoza@finamex.com.mx