Colegio de Contadores Públicos de México A.C.

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27 Feb, 2012

Revisión de obligaciones fiscales

A quién no, en este medio de la contaduría pública y más siendo especialista en auditoría, les ha llegado un oficio por parte del Servicio de Administración Tributaria (SAT), en el cual se solicita la presencia en alguna de las administraciones con toda la documentación, papeles de trabajo e información que se obtuvo para establecer un dictamen sobre la situación financiera de una entidad económica.

Estas cuestiones suceden y seguirán sucediendo. Lo que se debe hacer como profesionistas de la Contaduría es seguir buscando la calidad en nuestro trabajo, para que de esa forma las revisiones sean de calidad.

De cierta forma, la revisión de papeles sobre nuestro trabajo de auditoría es una carga pesada para nuestra profesión, algo que es nuestro deber, pero es desagradable. Es una actividad que no realizamos por voluntad propia, ha sido por una combinación de factores, en donde lo ideal es encontrar un punto medio y los medios adecuados para una mejor claridad en la fiscalización.

Al interior de nuestro gremio hemos buscando la vanguardia y sobre todo una mayor calidad en el servicio que prestamos los contadores, por lo tanto, el Consejo Mexicano para la Investigación y Desarrollo de Normas de Información Financiera (CINIF) y la Comisión de Normas de Auditoría y Aseguramiento (CONAA), han realizado un excelente trabajo en la modificación, actualización y creación de boletines que estén acorde a la situación económica actual del país, a los cambios globalizados de nuestro planeta Tierra y sobre todo la propia carrera de contador público.

Las Normas de Auditoría tienen y siguen teniendo muchos cambios, uno de ellos es que a partir del 1 de enero de 2011, la CONAA emitió las Guías de Auditoría que se agrupan en la serie 6000 y que se fusionan con los Procedimientos de Auditoría (serie 5000) para tener esto en un solo compendio.

En reuniones de trabajo al seno de la Comisión de Auditoría, en la que contamos con un representante miembro de la CONAA, se platicó el porqué de las guías, siendo como resultado de las diversas y cuantiosas revisiones de papeles de trabajo por parte del SAT, la solicitud de llevar a cabo todos los procedimientos de auditoría, lo cual es imposible. Su solicitud la soportaban en base a que dichos procedimientos se encontraban dentro de la normatividad y se hacían obligatorios, por lo que la CONAA y en base a estudios realizados, determinó tener por separado y dejarlos como tal guías, en las que el auditor las utilice de acuerdo a su criterio, experiencia y pueda servirle de apoyo.

Otro de los boletines que sufrió adecuaciones es el 3010 Documentación de Auditoría, donde se establece que el auditor es el responsable de preparar la documentación de auditoría, dentro de los cambios del boletín, que ahora señalan con mayor detalle la forma, los requerimientos que deben cumplir, pero en especial, toda la evidencia necesaria para poder soportar su opinión.

De esta forma podemos seguir analizando todos los boletines que han sufrido cambios, los que han sido derogados y los nuevos que han sido emitidos, el punto primordial de este tema es que todo contador público debe tener evidencia de todos y cada uno de los elementos utilizados y revisados, para poder emitir una opinión o para demostrar el trabajo realizado y esto, por consiguiente, es una obligación que tenemos ante una revisión.

Por otro lado, las leyes fiscales han tenido numerosas adecuaciones, en las que se han ido señalando diversas obligaciones, como por ejemplo, el hecho de contar con un registro como auditores ante el SAT nos permite emitir una opinión con efectos fiscales, la cual deriva de nuestro trabajo y sobre el cual debemos tener la evidencia comprobatoria del alcance, observaciones y demás cuestiones inherentes, por lo que, al momento de hacer la revisión de los papales de trabajo, la autoridad pretende determinar si los cálculos de impuestos están apegados a las leyes fiscales.

Pero todo esto no es suficiente, la Contaduría Pública ha tenido que reformar, actualizar y adecuar su Código de Ética, emitir una Norma de Control de Calidad, con el simple propósito de demostrar a las autoridades y sociedad que somos una profesión que, aparte de estar agrupada, tenemos mecanismos sólidos avalando que el trabajo de auditoría tiene un grado de confianza de muy alto nivel, y si bien es cierto que han ocurrido acontecimientos que dictan lo contrario, es importante resaltar que, a pesar de ello, seguimos en una constante evolución.

Obligaciones y responsabilidades son conceptos que debemos tener implantados y bien entendidos desde el momento mismo en que estamos en este mundo, en el que durante nuestra instancia vamos adecuando y adquiriendo los conocimientos que nos permiten conocer y tomar el camino más adecuado, para que estos dos conceptos sean parte de nuestra vida misma.

Si consideramos todos estos elementos, podemos llegar a una conclusión, de que las revisiones de papeles de trabajo por parte del SAT no deberían seguir siendo un martirio. En conjunto con la toda la profesión colegiada y autoridades hacendarias, se deberán encontrar los mecanismos y los medios más adecuados para que ese voto de confianza que se tiene en el contador público siga siendo cada vez con mayor, todo en pro de una sociedad de transparencia.

Se sugiere acudir al curso Guía para la Revisión de Obligaciones Fiscales y la responsabilidad del auditor ante una revisión por parte de la autoridad fiscalizadora a celebrarse el día 11 de abril de 2012.

Este artículo refleja la opinión del autor y no necesariamente del colegio.
* Integrante de la Comisión de Auditoría del Colegio de Contadores Públicos de México y socio de Vázquez Flores y Asociados S. C. relacionespublicas@colegiocpmexico.mx

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.