Manuel Somoza

Inversión inteligente

Manuel Somoza

26 Abr, 2012

Cómo bajará la tasa de interés Banco de México, el próximo viernes

No cabe duda que una de las tareas más difíciles de los bancos centrales modernos, por un lado, y más importantes, por otro, es dónde fijar la tasa de interés.

En Estados Unidos la Reserva Federal y en México nuestro banco central, utilizan el mecanismo de fijar una tasa de referencia de corto plazo; esto en el caso del país sucede una vez al mes, y en la Unión Americana más o menos cada mes y medio.

La importancia de este mecanismo, como su nombre lo dice, es dar una referencia del nivel que deben tener las distintas tasas de interés que operan en los mercados, por ejemplo: la tasa de referencia da la pauta del rendimiento que pagarán los bonos emitidos por los gobiernos a distintos plazos, etcétera; en fin, todo el espectro financiero en forma directa o indirecta se va a desplazar conforme se mueva esta tasa de interés de referencia.

Por supuesto que entre más bajas las tasas, se estimula la actividad económica, se alienta la demanda de crédito y también la propensión al consumo; altas tasas de interés, por el contrario, inhiben el crecimiento y la actividad productiva.

Sin embargo, para que los niveles de las tasas de interés sean bajas, la inflación tiene que ser reducida; de otra forma producirían desaliento al ahorro y fuga de capitales.

Cuando esta situación existe se le denomina tasas de interés negativas, debido a que los ahorradores no obtienen rendimientos reales positivos después de descontar la inflación.

El Banco de México, el próximo viernes, tiene su comunicado mensual y se especula que las condiciones para que baje la tasa de referencia (que actualmente es de 4.5%) en 25 o 50 puntos base están dadas, ya que la inflación en nuestro país está bien contenida; la tasa de referencia en Estados Unidos sigue manteniéndose entre 0 y 0.25%, por lo que el diferencial con México es de prácticamente 450 puntos base, lo cual parece excesivo.

A pesar de lo anterior, la decisión no es tan obvia, porque el reducir la diferencia de tasas entre México y Estados Unidos podría tener un efecto adverso en el tipo de cambio, al hacer menos atractiva la inversión en pesos contra la inversión en dólares.

Desde un punto de vista fundamental, todas las condiciones están dadas para tener un peso fuerte a lo largo del año; esto quiere decir una cotización peso/dólar de 12.80 a 13.00 pesos, pero las circunstancias coyunturales como las que estamos viviendo en el presente mes han hecho que el peso se deslice hasta niveles de 13.20 y si la problemática europea se agrava, esto pudiera ocasionar que el peso se fuera a niveles de hasta 13.40.

En virtud de lo anterior, habría que tener mucho cuidado con la tasa de interés de referencia, para no provocar mayor volatilidad al tipo de cambio.

La perspectiva económica del país se ve muy bien y lo más probable es que el crecimiento económico, este año,  esté más pegado a 4% que a 3.5%; por supuesto la inflación se estima esté debajo de 4% y tendremos flujos de capital excedentes de más de 50 mil millones de dólares, por encima de las necesidades de financiamiento del déficit de la cuenta corriente, que se calcula en 15 mil millones de dólares para este año.

Ante tal escenario, a mí me parece que no vale la pena poner en juego la estabilidad cambiaria para bajar un cuarto o un medio de punto la tasa de interés de referencia; amén de que si la economía norteamericana sigue creciendo, el rendimiento de los bonos en los Estados Unidos a diez años de plazo, que actualmente rinden 2.0%, pero pudiera darse un incremento a niveles de 2.5 o 3.0%, lo que reduciría en forma importante el diferencial contra el rendimiento de los bonos mexicanos en pesos –al mismo plazo– que actualmente están en 6.4 por ciento.

En mi opinión, el Banco de México no va a mover la tasa de interés el próximo viernes, aunque puedo estar equivocado.

www.somozafinamex.com.mx
somoza@finamex.com.mx