Retomar leyes, ¿para qué?

Vaya estrategias, ¿será bueno que se desempolven leyes que no funcionaron? Se dice que la ley alimentaria, que quedó en buenos deseos, volverá a discutirse, pero esta vez esté apoyada en lo fiscal y en lo empresarial, y su beneficio se  traduzca en mayor inversión y mejora en la salud laboral.

La obesidad sigue siendo un grave problema que representa un costo-país superior a 67 mil millones de pesos.  En la actualidad se calcula que sólo 10% de las empresas (transnacionales en su mayoría) adoptan medidas de comedor o alimentación para sus empleados como un apoyo al salario.

De no frenar el problema, en la próxima década 25% de la población en edad productiva padecerá diabetes, cuyo costo asciende a 67 mil millones de pesos, y afecta a más de siete millones de mexicanos.

Sin duda, se vislumbra en septiembre un periodo de sesiones en el Congreso por demás importante e interesante que definirá los pasos a seguir del nuevo gobierno federal.

Propuesta empresarial 

Para resolver el problema de desempleo en México es necesario que se apoye más a las micro, pequeñas y medianas empresas del país, que generan 95.6% de los trabajos. El sector empresarial, vía el CCE, que preside Gerardo Gutiérrez, y Concamin, al mando de Francisco Funtanet, es impulsar un programa integral en el que las empresas tengan acceso a financiamiento económico y se garantice su sustentabilidad.

La estrategia que se plantea para el nuevo gobierno es cambiar el financiamiento público y privado, pues la banca no ofrece acceso viable y eso inhibe el desarrollo.

En la parte fiscal se debe reconsiderar la aplicación de los impuestos como ISR, IETU, IDE y a nivel estatal revisar el impuesto a la nómina porque grava a los que más generan empleo. ¿Será ello posible?

Alianzas que funcionan

Es una realidad que las alianzas entre gobierno e iniciativa privada funcionan en pro de un sector o causa.

Prueba de ello es la alianza que entre el gobierno del DF, que encabeza Marcelo Ebrard, y la farmacéutica Eli Lilly, que comanda Carlos Baños, quienes firmaron un acuerdo vía la Secretaría de Salud local, de Armando Ahued, una cobertura de atención sanitaria para más de 90% de los habitantes capitalinos, especialmente en el área de salud mental.

Cabe comentar que los padecimientos mentales afectan a más de dos millones de capitalinos y se vislumbra como el principal problema de salud pública en la Ciudad de México, ante los altos niveles de estrés a los que se encuentran expuestos sus habitantes.

Entre las acciones que Eli Lilly y el gobierno capitalino implementarán está capacitar a más de 400 médicos en el tratamiento de enfermedades como el trastorno depresivo mayor y el déficit de atención con hiperactividad.

Será que estas alianzas se podrán extender a nuevas empresas y propuestas empresariales y gubernamentales que, vaya, hacen falta en el sector salud.