Manuel Somoza

Inversión inteligente

Manuel Somoza

30 Ago, 2012

¿Qué pueden esperar los mercados, de la reunión el viernes en Jackson Hole, Wyoming?

Existe una gran expectativa por la reunión que se celebra una vez al año entre los principales banqueros centrales del mundo, que se reúnen en ese lugar para compartir su visión sobre los acontecimientos financieros y económicos mundiales. En esta ocasión, una mala noticia es que Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, canceló su visita; esto es una pena, ya que el tema europeo sigue ocupando el primer lugar dentro de la problemática financiera internacional.

En las últimas semanas se ha hablado mucho de que el señor Draghi cuenta con la mayoría de los votos necesarios para implementar un plan de compra de bonos soberanos, italianos y españoles; obviamente, imponiéndoles a estos países algunas condiciones (las cuales no sabemos en qué consisten).

Sin embargo, también ha sido muy claro que la posición del Bundesbank, a través de su presidente Jens Weidman, sigue siendo contraria a que el Banco Central Europeo participe directamente en la adquisición de deuda soberana de los países miembros de la Unidad Monetaria Europea.

El problema aquí claramente lo tiene la canciller Angela Merkel, ya que está “entre la espada y la pared”, pues por un lado aparentemente la mayoría de los políticos alemanes están en contra de que Alemania opte por una actitud liberal en las decisiones que el Banco Central pueda tomar; por el otro lado, están casi la mayoría de los países europeos y también Estados Unidos presionándola para que se flexibilice la postura hasta hoy adoptada. Estas grandes dudas seguirán en el aire, ya que el señor Draghi no nos adelantará nada hasta la próxima reunión del Banco Central Europeo, que será el 6 de septiembre.

Por lo que se refiere a Estados Unidos, las opiniones están divididas en relación a si el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, lanzará un próximo QE3 (Quantitative Easing # 3).

Yo me imagino que para el viernes no nos dirá nada a este respecto y seguramente se esperará a tomar su decisión hasta la próxima junta de la Reserva Federal, que se llevará a cabo el 13 de septiembre. Con base en lo anterior, lo único seguro es que vamos a seguir viviendo en los mercados, con una enorme incertidumbre durante los próximos días.

Las decisiones que tomen los dos banqueros centrales más importantes, en este momento, en el mundo financiero (Bernanke en la Reserva Federal y Draghi en el Banco Central Europeo) serán determinantes para darnos mayor tranquilidad en el sentido de que la economía norteamericana va a poder navegar, creciendo a  una tasa de alrededor de 2% por lo que resta de 2012 y para 2013.

Es importante reconocer que existe un escenario adverso para los pronósticos sobre la economía estadunidense, que es la siguiente: todo parece apuntar a que Estados Unidos podrá mantener un crecimiento de 2% en los próximos 18 meses, siempre y cuando no ocurra una crisis en Europa;  y dos, que en el Congreso de la Unión Americana se pongan de acuerdo sobre el tema de reducción de déficit y de gasto, que entraría en vigor en enero de 2013.

Sólo para recordar, si los políticos norteamericanos no llegan a algún acuerdo, los recortes temporales de impuestos que les otorgó el presidente Bush a sus ciudadanos, en su momento, para apoyarlos en la crisis de 2008/2009  quedarían sin efecto en enero del año entrante lesionando seriamente la capacidad de consumo de los ciudadanos de esa nación; y al mismo tiempo entrarían los recortes acordados, que implicarían disminución muy importante, tanto en el gasto militar como en el de seguridad social.

Si estos dos efectos se combinaran, EU seguramente entraría en recesión. Afortunadamente antes de enero de 2013 –en noviembre– se llevarán a cabo elecciones en ese país que deberían de dar la oportunidad para que republicanos y demócratas puedan tener acuerdos, en beneficio tanto de su economía como de sus ciudadanos.

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