David Páramo

Análisis superior

David Páramo

12 Oct, 2012

Silencia a los habladores

Los de Med Atlántica, fieles al guión que les funcionó durante muchos meses, pidieron tiempo para demostrar su capacidad financiera para rescatar a Mexicana de Aviación. Como es públicamente sabido y conocido, el grupo que tenía como representante y, al parecer, única figura a Christian Cadenas se trata de una partida de farsantes que intentaban hacer un negocio sin poner algún peso.

Felipe Consuelo durante meses juró que había visto cheques, estados de cuenta y demás; sin embargo, se trataba de muchas mentiras que al final del día se unieron con sus fallas como impartidor de justicia, al grado que fue hecho a un lado por el Consejo de la Judicatura.

Ayer la juez Edith Alarcón cumplió lo que les había adelantado, es decir, si en cinco días no podían demostrar capacidad financiera serían eliminados de la lista de acreedores.

La razón quedó en grupos como Banorte y Bancomext, encabezados respectivamente por Alejandro Valenzuela y Héctor Rangel Domene, que siempre establecieron que si Med Atlántica no mostraba solvencia financiera era una pérdida de tiempo sentarse a negociar con ellos. Para llegar a una reestructuración financiera es necesario tener dinero.

Deja muy bien parada a la Secretaría de Comunicaciones y en particular a Dionisio Pérez-Jácome y Felipe Duarte, quienes en todo momento se opusieron a violar la ley o, dirían algunos, flexibilizarla inventando figuras inexistentes como certificados provisionales de operador aéreo, con tal de que la operación funcionara como decían algunos. Ellos demostraron que están de acuerdo con la ley y no son irresponsable o ingenuos.

También dejó como hocicones a gente como Fernando Perfecto, Miguel Ángel Yúdico, Consuelo y demás que hablaban maravillas de Med Atlántica. No le extrañe que ahora digan que hay nuevos grupos que están interesados; sin embargo, es muy poco probable.

Si es un lector común de esta columna sabrá que desde hace más de un año se ha sostenido en este espacio que el mejor camino para trabajadores y otros acreedores era dar el paso a la quiebra y tratar de recuperar lo más posible como negocio en marcha o haciendo una venta parcial de activos.

No únicamente el tiempo se encargó de poner las cosas en su lugar, sino que habrá que estar muy pendientes, pues ahora lo que sigue es que la juez decrete la quiebra de la malograda línea aérea.

Educación

Le recomiendo muy ampliamente que adquiera y lea el libro Educación financiera para México.

Un libro coordinado por Ingrid García de Güémez y Marcella Lembert, puesto que se trata de una compilación de los esfuerzos de las instituciones que han propiciado la educación financiera en México.

Llama poderosamente la atención este compendio, que incluye un mosaico de visiones de primera mano de cómo se ha venido construyendo una red de personas e instituciones, que tienen el común objetivo de fomentar la educación financiera.

Participan la ABM, Bansefi, Banamex, Bank of America, Compartamos Banco, Condusef, Banorte-Ixe, BBVA Bancomer, Ve por Más, Consumo Inteligente de MasterCard, Museo Interactivo de Economía, Profeco, Scotiabank Sociedad Hipotecaria Federal, Visa LID Editorial y la Universidad Anáhuac del Norte.

Foxistas

Parecería que entre algunos legisladores y miembros de Acción Nacional hay una suerte de posesión del espíritu totalitario de Vicente Fox.

Seguramente usted recuerda cómo el primer Presidente del PAN desperdició el bono de la transición tratando de imponer reformas estructurales sin cambiarles ni un punto ni una coma.

Trataba, de una manera equivocada, de ir por encima de las discusiones en el Congreso de la Unión y aventarle la gente a los legisladores. Este error, de fundamento, parecía que sólo podía ser de quienes no conocían las formas de la democracia mexicana.

Durante la administración de Felipe Calderón comenzaron los avances legislativos. Ciertamente a cuentagotas, y con aquello que se conocía como las reformas posibles y no las deseables, se vinieron dando algunos avances.

El Presidente puso como una de sus prioridades lograr una serie de reformas a la Ley Federal del Trabajo, que desde hace más de 40 años se ha mantenido intacta.

Hoy prácticamente se tiene avanzado 80% del camino. Lo aprobado por los diputados es, en muchos sentidos positivo, pues entre otras cosas, permite mejores formas y condiciones de trabajo que no sólo redundarán en mejor calidad de vida para los empleados, sino también permitirá un mayor crecimiento de la economía.

Pero los panistas están aferrados a lograr la democracia y transparencia en los sindicatos. Seamos muy claros, es mucho más que deseable que se logren estos dos puntos, pero se tienen que considerar los riesgos.

Ayer, Gustavo Madero y legisladores como Ernesto Cordero y Javier Lozano reiteraron que van por todo. Están dispuestos a una alianza con las izquierdas para sacar también el tema de la transparencia sindical.

El PRI, de muy diversas maneras, ha dicho que no tienen interés en tocar ese tema y que estarían dispuestos a frenar toda la reforma laboral si el PAN insiste en este punto.

Se necesitaría ser muy ingenuo para no tener claro que se trata de un chantaje; sin embargo, es necesario que los panistas comprendan que es mejor demostrar que sí se puede cambiar la ley laboral y que al día siguiente seguirá saliendo el sol y después ir por más cambios.

No vaya siendo que por buscar el todo, los trabajadores mexicanos terminen con nada.

Lavado

Finalmente fue aprobada la iniciativa en contra del lavado de dinero y fue enviada al Ejecutivo para su publicación en el Diario Oficial de la Federación.

A partir de ese momento la delincuencia organizada y quienes durante muchísimos años han encontrado fórmulas para evadir al fisco tendrán una vida mucho más complicada. Para el gremio que encabeza Jaime Ruiz Sacristán disminuye el riesgo reputacional que haciendo medidas que antes de esta ley eran legales, se hicieran una suerte de copartícipes en el blanqueo de dinero, que a ellos ya les llegaba prelavado.