Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

21 Ene, 2013

Kim Dotcom

Famoso por sus excentricidades, Kim Schmitz debe tener alguna predisposición a desatar polémica en aniversarios y fechas simbólicas. No quiso esperar al día de hoy, que cumple 39 años, para darse como regalo la apertura de su nuevo sitio, Mega, en marcha desde el pasado sábado, un año después del operativo internacional antipiratería que concluyó con la clausura de su anterior y más famosa apuesta, Megaupload.

Nacido en Alemania, Schmitz se considera a sí mismo “emprendedor, innovador, jugador, luchador” en su biografía de Twitter, aun cuando tenga cuentas pendientes con la justicia estadunidense. Conocido ahora como Kim Dotcom —apodo que convirtió en su “nombre oficial” a la vez que gestionaba la nacionalidad finlandesa—, el robusto hombre de casi dos metros de estatura ya era bastante célebre por sus extravagancias para llamar la atención, mucho antes de su arresto, el 20 de enero de 2012 en Nueva Zelanda.

Para ese día ya era muy conocido el peculiar tren de vida del millonario Schmitz, sin mucha vida social, enclaustrado en su mansión, pero aficionado a publicar fotos suyas, acompañado de modelos hermosas. Coleccionista de autos de lujo, igual participaba en los rallies Gumball 3000 o se paseaba en Cadillacs de los años 50.

Durante la guerra de Afganistán, ofreció de su bolsillo diez millones de dólares para capturar a Osama Bin Laden y era, hasta antes de su arresto, el videojugador número uno en el mundo de Call of Duty Modern Warfare 3, en el que participaba con el alias Megaracer. En diciembre pasado volvió a dar nota encarnando a Santa Claus en Megachristmas, una obra teatral de Navidad “no apta para niños”, según él mismo.

Estas anécdotas serían meramente cómicas de no ser porque Washington y Hollywood piensan que la fortuna de Kim Dotcom es malhabida. Lo acusan de haber causado pérdidas por más de 500 millones de dólares a la industria del cine y la música por medio de Megaupload, un sitio que funcionaba como un inmenso disco duro que permitía a cientos de miles de usuarios intercambiar archivos.

Una demanda presentada ante una Corte de Virginia involucró a Megaupload de conspiración criminal, lavado de dinero y extorsión, así como de ganar 175 millones de dólares por ingresos publicitarios a costa de permitir ilegalmente la descarga de contenidos protegidos por el derecho de autor.

El FBI clausuró así 18 dominios ligados a Megaupload y logró que las autoridades neozelandesas aprehendieran a Kim Dotcom, quien ya sabía lo que era la cárcel porque, justo también en un enero, pero de 2002, fue detenido en Tailandia y deportado a Alemania tras un fraude con el sitio letsbuyit.com. Primero compró acciones de la compañía en quiebra por 375 mil dólares, luego prometió inyectarle 50 millones de dólares, lo que provocó un alza en el precio de los títulos, que luego vendió... sin haber depositado un centavo. El modus operandi propio de un pillo que ya había sido acusado de realizar operaciones financieras con tarjetas de crédito robadas.

Kim Dotcom se hacía llamar también Kimble, en clara alusión al nombre del personaje principal de la serie de televisión El Fugitivo, un médico sentenciado a muerte por el asesinato de su esposa, que no cometió, y que logró escapar cuando se descarriló el tren que lo llevaría a su ejecución. Es una metáfora con la que gusta identificarse el hombre que hace un año no pudo evitar ser detenido en el espectacular operativo con el que las autoridades de EU respondieron justo un día después a la ofensiva mediática de diversos sitios web contra la ley Stop Online Piracy Act (SOPA).

Liberado bajo fianza un mes después de su detención, Kim Dotcom ha tenido la suficiente habilidad para enfundarse en el traje de héroe y con esa bandera promover mega.co.nz, su nuevo proyecto de almacenamiento de archivos encriptados en nube, lanzado este fin de semana y al que, en una entrevista con Reuters, defendió como un sitio legítimo, con tanto derecho a existir como Dropbox y Boxnet, a quienes llama “competidores”.

Fiel a su vocación de showman, Kim Dotcom emitió desde Twitter la cuenta regresiva para el arranque de Mega con provocaciones abiertas a Barack Obama, justo en la víspera de su toma de posesión para un segundo periodo al frente de la Casa Blanca, que no cejará en su pretensión de extraditar a Estados Unidos al escurridizo hacker.

marco.gonsen@gimm.com.mx