Manuel Somoza

Inversión inteligente

Manuel Somoza

24 Ene, 2013

¿Bajará la tasa de interés en México?

Hace apenas ocho días comentábamos en este espacio que la economía mexicana, a lo largo de 2012, fue perdiendo fuerza cada trimestre; pero como los dos primeros fueron buenos, el año se salvó y el crecimiento del PIB, cuando se haga oficial, andará por la cifra de 3.8 por ciento.

Por supuesto todo apunta a que el incremento en 2013 sea por debajo de 2%, quizá para quedarse en 1.6%. Los trimestres siguientes serán relativamente mejores; sin embargo, para todo el 2013 espero un desarrollo de 3.2%, por debajo de lo que esperan la mayor parte de los analistas y aún debajo de las estimaciones de la propia Secretaría de Hacienda.

Ante este panorama, el viernes de la semana pasada en su comunicado mensual, el Banco de México —institución siempre previsora que se adelanta a los acontecimientos—para aplicar una política monetaria adecuada, manifestó que en virtud del decrecimiento de la economía mexicana (tal como lo dijimos en este espacio) ese instituto central está considerando seriamente la posibilidad de la baja de interés de referencia que actualmente se encuentra en 4.5 por ciento.

Lo aquí expuesto con objeto de tratar de incentivar, al menos un poco, a nuestra debilitada economía; para que lo anterior se dé, también quedó claro que la inflación, la cual se encuentra contenida, tendrá que seguir mostrando números bajos en las próximas quincenas.

Si este elemento repuntara, lo más probable es que se abortaría la posible baja en la tasa de interés. Me imagino y deseo que de darse este fenómeno, la baja sea de 4.5% actual a 4%; no creo que sea prudente ir más allá de ello.

El efecto inmediato de la intención de bajar la tasa de referencia provocó en el mercado cambiario que el peso se debilitara un poco con respecto al dólar incrementando la competitividad de nuestro sector exportador. Si realmente la tasa se baja, es muy probable que el efecto sobre el tipo de cambio sea mayor para que éste se estabilice en niveles de entre 12.75 y 12.90 pesos por dólar.

Otro elemento que tendrá que tomar en consideración el banco central es que las tasas de interés en el exterior, pero principalmente en Estados Unidos, se mantengan sobre los niveles actuales; las de corto plazo entre cero y 0.25% así como las de largo plazo entre 1.7 y 2%. Si hubiera cambios en el entorno externo, que incrementaran las tasas actuales, esto también inhibiría a nuestro banco central para bajar la tasa de interés.

Yo aplaudo esta iniciativa del Banco de México y hago votos por que se lleve a cabo, aunque pienso que el efecto de la baja de dicha tasa de interés no va a tener la contundencia necesaria para que la evolución este año, por ejemplo, iguale al menos la del año pasado.

Cuando hablamos de crecimiento para México, lo que necesitamos es que éste sea de entre 5.0 y 6.5% anual en forma sostenida con objeto de empezar a crear un millón de empleos al año; así, de esta forma, reducir el porcentaje de pobreza en nuestro país y dejar de ser una fábrica de pobres en números absolutos.

Para llegar a producir esta cifra tan importante de empleos lo que más nos puede ayudar es el llevar a cabo tanto una reforma hacendaria integral como una reforma energética a fondo. Si se logra lo anterior, éstas podrían añadir dos puntos de crecimiento al Producto Interno Bruto nacional. Ésa debe ser, en lo económico, la prioridad de la presente administración.

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