Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

25 Feb, 2013

Billboard

Por fin, el video mató a la estrella de radio. La profecía en forma de canción compuesta en 1979 por Trevor Horn, Geoff Downes y Bruce Woolley se ha cumplido este año, aunque no precisamente por la hegemonía de la televisión, como parecía advertir aquella rola épica que, en la versión de The Buggles, fue elegida para inaugurar el canal musical MTV, el 1 de agosto de 1981.

YouTube es ahora el verdadero parámetro de la popularidad musical. Así lo determinó la veterana revista estadunidense Billboard, que el pasado miércoles publicó en su página web la actualización de la metodología con la que elabora el Hot 100, lista que a lo largo de cinco décadas ha reportado cuáles son las canciones preferidas en Estados Unidos, y que por primera vez toma en cuenta para su fórmula de medición el streaming (transmisión) en el famoso canal de videos propiedad de Google.

Esta decisión significa, hablando en plata, de un giro histórico para la publicación que en 1993 fue adquirida por el consorcio que lleva el nombre de Arthur Charles Nielsen, pionero en la industria de estudios de mercado, y que anunció, un día después de Billboard, que consideraría para sus mediciones de audiencia televisiva cuánta gente ve televisión por internet a través de computadoras y dispositivos móviles, de acuerdo con una nota de The New York Times.

Billboard ha pisado ya tres siglos como testigo de la transformación tecnológica en el mundo del entretenimiento, al que transitó pocos años después del lanzamiento de su primer número, el primero de noviembre de 1894 en Cincinnati, Ohio. Fue concebida como una publicación mensual de servicio y contacto para productores de carteles publicitarios, un nicho de mercado que descubrieron sus fundadores, William H. Donaldson, vendedor para la compañía de litografías de su padre, y James H. Hennegan, empleado de un negocio familiar de impresiones.

Con un target tan especializado, la revista sólo pudo sobrevivir gracias a la publicación de anuncios de espectáculos al aire libre como circos, ferias y parques de diversiones, que se convirtieron con el tiempo en su giro principal. En 1909 comenzó a difundir anuncios sobre la naciente industria del cine y fue en 1913 cuando incluyó una lista de las canciones más utilizadas en espectáculos de vodevil.

Una tecnología vigente —la radiodifusión— y otra en vías de extinción —las rocolas o jukebox— marcaron el derrotero que habría de seguir la revista, convertida ya a periodicidad semanal: la publicación de listas de discos más escuchados y vendidos. Cuenta Fred Bronson en el libro The Billboard Book of Number One Hits que el primer Music Popularity Chart fue publicado el 20 de julio de 1940 y estuvo encabezado por la canción de Tommy Dorsey I’ll Never Smile Again, con la participación de Frank Sinatra.

A partir de entonces, la influencia de Billboard fue creciendo como referente para la industria discográfica, programadores de radio y tornamesistas en centros nocturnos de Estados Unidos y del mundo, como lo demuestra el alcance global de las melodías que han encabezado el hit parade desde esa década a la fecha.

Y, sin duda, la revista —hoy perteneciente al conglomerado Prometheus Global Media— debe también su supervivencia para adaptarse y reflejar las nuevas tendencias. Apenas la semana pasada lanzó su versión para iPad y algunos de sus libros, auténticas enciclopedias de memorabilia musical, están ya disponibles en formato e-book.

Pero su transformación más dinámica ha sido su siempre discutida metodología para medir el gusto, la cual combinó muchos años los reportes de radiodifusoras y ventas de acetatos o CD, y luego incorporó las descargas en tiendas tipo iTunes y canales como Spotify. Es posible que en la decisión de incluir a YouTube haya influido la polémica de que el Gangnam Style no alcanzó nunca el primer lugar del Hot 100, ni siquiera cuando su videoclip acumulaba cientos de millones de vistas (muchas, según me confió una fuente que viajó recientemente a Corea del Sur, provenientes de niños de ese país a quienes se les instruía a darle click una y otra vez a la canción, convertida en repentina publicidad turística para el barrio de Seúl).

“La televisión es la nueva radio”, publicó Billboard en la cabeza principal de una portada en octubre de 2005, justo el mismo año que fue creada YouTube. Mayor
simbolismo, imposible.

marco.gonsen@gimm.com.mx