Migración

Mark Zuckerberg es de esas personas que no dan paso sin huarache, como dirían en mi pueblo.

Es difícil que el creador de Facebook comprenda el significado de esta metáfora popular, con todo y su afición a la comida mexicana, que fue parte del menú ofrecido en su boda.

Y no me refiero, en principio, al perfil de su personalidad trazado en The Social Network (2010), de David Fincher, película que, por cierto, renueva su vigencia con la reciente salida de Facebook de su abogado estrella, Ted Ullyot, pieza clave en la batalla legal contra los gemelos Winklevoss, según reportó el sitio AllThingsD.

La frase viene a cuento por el repentino interés de Zuckerberg hacia la reforma migratoria, cuyo debate está en curso en Estados Unidos y que lo motivó al lanzamiento del lobby FWD.us, el pasado 11 de abril.

Se trata de un grupo de cabildeo (o de presión política, según se quiera ver) integrado o apoyado por directores ejecutivos y gurúes de compañías tecnológicas de peso (Bill Gates, de Microsoft; Marissa Mayer, de Yahoo!; Eric Schimdt, de Google y, Drew Houston, de Dropbox, entre otros) con el fin de promover un estatuto legal que permita a cientos de miles de jóvenes talentosos y emprendedores quedarse en Estados Unidos sin importar que no hayan nacido ahí.

Para tal fin, Zuckerberg publicó un artículo en The Washington Post en el que expone su ideario y utiliza como ejemplo un taller comunitario de emprendedores que él mismo imparte, en el que uno de sus alumnos —cuya familia mexicana emigró a EU cuando era un bebé— desconoce si podrá entrar a la universidad por ser indocumentado.

Tanta generosidad ameritaba al menos un arqueo de ceja. Así lo sugirió el reportero Brian Solomon de Forbes, quien hizo notar que, por la magnitud de sus asociados, FWD.us podría tener una agenda mucho más amplia que la meramente migratoria, enfocada sobre todo en defender los intereses de las grandes firmas tecnológicas.

Parte de esa sospecha pareció confirmarse el pasado fin de semana con la renuncia de dos pesos pesados a FWD.us, reportada por la agencia británica Reuters. Se trata de David O. Sacks, fundador de la red social empresarial Yammer y coproductor de la película Thank you for smoking, y Elon Musk, a quien el mundo debe la creación de la famosa firma de transferencias electrónicas PayPal.

Debe ser particularmente dolorosa la salida de Musk, un inmigrante sudafricano con dos grandes aportaciones más al universo high-tech: Tesla Motors, fabricante de autos eléctricos de gama alta, y SpaceX, constructora de vehículos espaciales privados. Para no ir tan lejos, Musk inspiró al actor Robert Downey Jr. para dar vida al multimillonario ficticio Tony Stark en las películas de Iron Man. “Elon es un dechado de entusiasmo, buen humor y curiosidad. Un hombre del Renacimiento en una era en la que se necesita de ellos”, escribió en 2010 para la revista Time el cineasta Jon Favreau, director de la saga inspirada en el superhéroe de Marvel.

Aunque no se dieron a conocer las razones formales de ambas dimisiones, no es difícil vincularlas con el apoyo financiero que FWD.us dio a una serie de anuncios televisivos para senadores involucrados en la reforma migratoria: los republicanos Marco Rubio y Lindsay Graham, así como el demócrata Mark Begich. Sin embargo, los spots no giraban en torno a temas migratorios y educativos, sino sobre las agendas conservadoras de dichos legisladores, con temas como la oposición a la ley de salud de Obama y el apoyo a la construcción del sistema de oleoductos Keystone XL, esta última rechazada por organizaciones ecologistas que temen un fuerte incremento en la emisión de gases de efecto invernadero. No sería extraño que Musk, conocido por su activismo en materia ambiental, haya sentido que le vieron la cara.

Como bien recuerda Reuters, Zuckerberg ha tenido la suficiente habilidad de quedar bien en ambos lados de la frontera partidista: lo mismo visita la Casa Blanca y organiza videoconferencias con Barack Obama que participa en la recaudación de fondos para el gobernador Chris Christie, esperanza republicana para las presidenciales de 2016. Aun así, algo del talento desplegado en Facebook para sumar a millones de amigos será necesario para nutrir a su flamante iniciativa política antes de que se contagie el éxodo.

* marco.gonsen@gimm.com.mx