Manuel Somoza

Inversión inteligente

Manuel Somoza

27 Jun, 2013

Lo que los mercados no quisieron oír

El miércoles de la semana pasada, el comunicado que hizo Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal de EU, así como su entrevista posterior con los medios, ocasionaron una enorme turbulencia en los mercados no sólo de Estados Unidos, sino del mundo, el mensaje era muy esperado; la interpretación que los inversionistas hicieron del mismo fue tremendamente negativa a pesar de que la parte medular de la notificación fue esencialmente buena.

Eso es lo que yo pienso, pero simplemente quiero dejarlo a su juicio. Lo positivo, desde mi punto de vista, fue que incrementó el pronóstico de crecimiento de la economía de EU y lo ubicó entre 3 y 3.5% para el 2014. Además dijo que veía descender la tasa de desempleo a niveles de 7% para diciembre –actualmente está en 7.6%– y que en general percibía una recuperación para la economía de Estados Unidos; amén de lo anterior, indicó que la tasa de interés de referencia que fija la Reserva Federal se quedaría entre 0 y 0.25%, hasta que el  desempleo no rompiera el 6.5 por ciento.

Después, agregó que a lo mejor la mantendría hasta que no rompiera el 6%, evidentemente. Para mí todo lo comentado fueron buenas noticias; pero lo que no le gustó a los mercados fue que anticipara que el estímulo monetario actual de emitir dinero y comprar con éste 85 mil millones de dólares mensuales de bonos con garantía hipotecaria como los emitidos por el Tesoro (40 mil  y 45 mil respectivamente), podría empezar a disminuir en la última parte del año.

Exactamente cuando dijo esto los mercados empezaron a desplomarse, de igual manera los de acciones como los de bonos, las tasas de interés se subieron y un ánimo de pesimismo se extendió en todos los sectores financieros del planeta.

Lo que los inversionistas no escucharon o no quisieron oír, fue la firmeza con la que expresó que la disminución de las compras de bonos sólo se llevaría a efecto si los datos reales de la economía norteamericana eran consistentemente favorables y apuntaban a un crecimiento sostenido; asimismo, la noticia de que la tasa de interés de referencia se mantendrá en cero todavía durante un periodo largo de tiempo (probablemente hasta 2015), va a impedir que la tasa de mercado de largo plazo, definida por el rendimiento de los bonos a diez años de la Tesorería –que se ha incrementad en el último mes del 1.60% al 2.60%– y el cual no podrá ser mucho más alta del 3% para finales de este año.

El jueves y el viernes, los mercados dieron pérdidas generalizadas después del comunicado. El lunes también tuvieron un tono negativo; sin embargo éste ya fue más provocado por las restricciones de liquidez que el Banco de la República Popular de China impuso en sus mercados y que hicieron que la tasa de interés en el país asiático diera un brinco fenomenal, lo cual acrecentó las preocupaciones  de todo el mundo por el efecto que esto pudiera tener en el crecimiento de esa poderosa economía. Martes y miércoles, la razón  empezó a llegar a los inversionistas y todos los mercados, en lo general, comenzaron un proceso de recuperación.

En resumen, para mí la declaración hecha el miércoles pasado, indica que la economía norteamericana está creciendo y que lo hará en forma más importante el año entrante, lo que es una magnífica noticia para México.

Por cierto el peso, que en esta turbulencia se fue hasta 13.45 por dólar, ya está regresando a niveles de 13.20, y me atrevo a pronosticar que los próximos meses lo volveremos a ver sobre los 12.80 pesos.

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