Manuel Somoza

Inversión inteligente

Manuel Somoza

5 Jul, 2013

Por qué la importancia de China

China ha sufrido una transformación muy importante en los últimos 25 años, usted no me dejará mentir, pero hace cinco lustros no sabíamos qué acontecía en China en materia económico-financiera y poco nos preocupábamos. Por supuesto, China es un gran país que ha influenciado a la humanidad en distintas épocas en forma importante; sin embargo, desde que se convirtió al comunismo, podríamos decir que se encerró en sí misma y por esa razón lo que en ese gran país sucedía, en los distintos temas de su vida económica, no nos importaba mayormente.

En el transcurso de este tiempo se ha creado paulatinamente una nueva China, representada por cerca de 400 millones de sus habitantes que se han incorporado a una economía de consumo muy parecida a la que vive el mundo occidental (quedan pendientes de agregarse otros mil millones), y en la medida en que esto ha sucedido, lo que hoy se vive ahí tiene impacto muy serio en el resto del planeta; por supuesto, este país asiático hoy es la segunda economía del mundo y está llamado a ser la primera.

En mi interpretación muy personal, si China mantiene un crecimiento promedio de 7% anual en los siguientes 15 años —que es más bajo que el promedio de los últimos cinco años—, seguramente se convertirá en la economía más grande del mundo.

Esta transformación es la que ha ocasionado, entre otras cosas, una fuerte alza en el precio de las materias primas: cereales, carne y sus derivados, etcétera, se han incrementado debido al consumo que viene del lejano oriente; de la misma manera, el precio del cobre, aluminio, cemento, e inclusive el del petróleo, encuentran su origen en el consumo que hoy se genera en ese país.

Lo anterior ha contribuido al desarrollo del mundo en lo general, y en lo particular a aquellos que le suministran todos esos bienes; los más beneficiados han sido los grandes productores de materias primas como:  Australia, Canadá y Brasil, entre muchos otros, pero no es sólo eso, ya que también importan mucha tecnología y productos manufacturados.

El país se ha convertido en un gran exportador manteniendo un superávit comercial jamás visto, lo cual, en  conjunto con la inversión extranjera directa que recibe, hace que sea la nación con mayores reservas en su Banco Central, superando los tres trillones de dólares.

Por todo lo aquí expuesto, China está siempre presente en el comportamiento de los mercados; si su economía crece, los mercados lo toman como algo tremendamente positivo, pero cuando los índices se debilitan, aunque siguen siendo muy altos, los mercados sufren, por ejemplo, este año la economía China tendrá un desarrollo de entre 6.5% y 7%, y eso el mundo lo ve como una mala noticia porque nos tenían acostumbrados a incrementos por encima de 8.5 por ciento.

La disminución en el ritmo de crecimiento de ese país obedece a una política de precaución porque la inflación empezó a subir a cerca de 6%, nivel que ya resulta peligroso, motivo por el cual en forma premeditada el Banco Central en China está tratando de disminuir tanto el crédito al consumo como  el crédito hipotecario para evitar que se forme una burbuja inconveniente.

La mecánica para lo anterior es subir la tasa de interés, lo cual tiene repercusiones internas, pero también internacionales, ya que en el mundo occidental asusta el hecho de que China le meta freno al crecimiento.

Creo que dentro del panorama económico tan complejo que se vive en el planeta, China, antes de ser una mala noticia, desde mi óptica, es y será un motor de crecimiento con el que nos vamos a beneficiar todos. El 2013 seguramente para ellos será un año de ajustes y reacomodo de fichas, pero de ninguna manera lo podemos considerar como el fin de un proceso que se inició hace 25 años.

 

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