Siguen bajando las expectativas para México en 2013

A penas el martes de esta semana, el Fondo Monetario Internacional bajó la expectativa de crecimiento para nuestro país de 3.4% a 2.9%; otras organizaciones internacionales como el Banco Mundial y la OCDE y aún la propia Secretaría de Hacienda, todavía mantienen una expectativa de crecimiento superior a 3%;  sin embargo la encuesta de Banco de México y de Banamex, ya bajaron a 2.8 y 2.7%, respectivamente.

Por lo que se refiere a lo que yo pienso, es que si bien nos va, el crecimiento este año andará rondando en 2.5%; la mala noticia es que con la estructura económica que tenemos va a ser muy difícil incrementar el crecimiento de México.

He insistido, innumerables veces, que la única forma para lograr números  mejores es llevar a cabo las reformas estructurales que han estado tan cacareadas, pero de éstas, las más importantes son la reforma hacendaria y la energética, mismas que tienen que ir de la mano ya que sin la primera sería muy difícil poder ejecutar la segunda.

En este artículo quisiera decirle al lector por qué creo que el llevar a cabo ambas reformas es indispensable para tener una mejor nación.

La reforma hacendaria, si de veras es de fondo, nos debe dar la oportunidad de que el gobierno tenga mayores ingresos, no hay que olvidar que México es uno de los países con más baja recaudación a escala mundial, el gobierno en sus tres niveles –federal, estatal y municipal– requiere de muchos más fondos: primero para liberar a Petróleos Mexicanos de la obligación de poner, a través de impuestos, 35% de lo que conforma el presupuesto del gobierno federal; pero además de lo anterior, los recursos se necesitan para invertir en más y mejor educación, en salud para de verdad poder tener una cobertura universal, en infraestructura y, hoy más que nunca, en seguridad.

Todo lo mencionado es muy importante y demanda una enorme cantidad de dinero.

Por otro lado, si la reforma energética permite que la inversión privada participe en los temas relativos al petróleo, por supuesto manteniendo la rectoría del Estado y el control de Pemex, yo no tengo la menor duda que esto originaría miles de millones de dólares de inversión extranjera directa alrededor de los temas energéticos; con estas dos reformas y un vecino del norte creciendo por encima de 3%, los mexicanos podríamos alcanzar el anhelo de crecer por arriba de 5.5%, generar un millón de empleos para de esta manera abatir en los próximos 20 años, en forma sensible, los altos niveles de pobreza que hoy, no sé a usted, pero a mí me avergüenzan.

Este año va a ser malo para México porque nuestro vecino del norte está creciendo muy despacio, lo cual se resolverá el año entrante; en 2014 los estadunidenses crecerán 3% y nosotros lo haremos a 4%, pero eso no es suficiente porque con crecimientos entre 3% y 4% seguiremos anclados en la mediocridad.

Es imperativo buscar los “cincos y los seises por cientos”,  por eso deberíamos de apoyar todos las reformas estructurales pendientes.

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