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El Instituto Mexicano para la Competitividad situó al país por debajo de naciones como Irán, Corea del Norte y Cuba en materia de apertura económica para dicha industria. Piden se realice la Reforma Energética para mejorar a Pemex
CIUDAD DE MÉXICO.- México es el país con el sector energético más cerrado del mundo. Así lo confirmó un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), el cual situó al país por debajo de naciones como Irán, Corea del Norte y Cuba en materia de apertura económica para dicho rubro.
“Cuando la familia Kim, y los hermanos Castro, tienen algo que enseñarte de cómo funciona la economía de libre mercado, creo que es un buen momento para revisar las premisas y circunstancias de cómo se está actuando”, dijo Juan Pardinas, director general del Imco.
Según datos de este instituto, dichos países con menor apertura política e ideológica, permiten una mayor participación de empresas extranjeras para la exploración y producción de hidrocarburos.
Tal es el caso de Corea del Norte, el cual va en la tercera generación de una “monarquía comunista”, y permite la participación de empresas como Chosun Energy de Singapur o GECO Geophysical de Noruega en proyectos asociados con ese Estado para la extracción de crudo.
Si se permitiera una entrada mayor de capital privado al sector energético en México, el Imco aseguró que se incrementaría el Producto Interno Bruto en 1.7 por ciento, lo que equivale a la creación de más de 310 mil empleos adicionales por año.
Sin embargo, en el estudio presentado por el Imco, “México ante la revolución energética del siglo XXI”, Petróleos Mexicanos actualmente sólo cuenta con 26 mil millones de dólares (mmdd) en su presupuesto de 2013, de los 825 mmdd que se necesitan para explotar todo su potencial energético, equivalente a 158 mil 737 barriles de crudo.
Por ello, el instituto advirtió que de no realizar las reformas estructurales necesarias para obtener los recursos necesarios para explotar las reservas y recursos prospectivos de Pemex, existe el riesgo de perder competitividad en el sector, y dejar estos recursos atrapados en el subsuelo.
Apurar el paso
Este panorama se complica, debido a que en décadas pasadas se tenían pozos petroleros relativamente más baratos de explotar, como Cantarell, los cuales actualmente han reducido significativamente su producción.
Ahora, se tienen pozos no convencionales, los cuales requieren significativamente un mayor capital financiero, tecnológico y humano para ser explotados, ya que “la tecnología para lograr esto es comparable a la necesaria para llevar al hombre a la Luna”, precisó Pardinas.
Este tipo de rezago en financiamiento energético, explica por qué México se encuentra estancado en el lugar 32 de competitividad mundial, misma posición que ha ocupado desde hace ya una década.
A pesar de mostrar avances en materia de estabilidad macroeconómica, todavía existe una baja inversión extranjera directa en este ámbito.
“En buena medida, la falta de reformas estructurales explica que México, a lo largo de una década, no se haya movido de nuestro índice. Hay países que han cambiado sus posiciones y el nuestro continúa estático”, afirmó Pardinas.
Además, se prevé que la producción de hidrocarburos de Estados Unidos rebase su consumo para 2018, lo que ocasionará que esta nación sea superavitario en energía, y se convierta en un exportador neto de gas natural en 2020.
Esta independencia energética se verá fortalecida por la terminación del oleoducto de Keystone, el cual correrá desde la provincia petrolera canadiense de Alberta, hasta las refinerías en el suroeste de Texas, lo que cambiará el panorama regional para México, ya que Estados Unidos es el principal comprador de petróleo del país.
Esto se suma a la fuerte apuesta de Estados Unidos a su propia reindustrialización en metalurgia, industria química, manufacturas pesadas y explotación de gas shale, lo que podría repatriar un millón de empleos manufactureros en esa nación y reducir la demanda de este tipo de industria en México.
Por ello, afirmó el director general de Imco, es necesario una reforma constitucional en el tema de energía que termine con el actual “monopolio” de Pemex sobre los recursos energéticos, con el fin de incrementar su eficiencia y producción.
Aclaró que esta reforma energética no implica la privatización en el sector, y recomendó un modelo como el de Statoil en Noruega, el cual “cuenta con un operador estatal fuerte y un marco regulatorio eficaz”, el cual maximiza la renta petrolera para el beneficio de todos sus ciudadanos.
Los datos presentados son muy conservadores: analistas
Para los expertos, el estudio del Instituto Mexicano de la Competitividad (Imco) es “conservador” en cuanto a los efectos que tendría una Reforma Energética profunda en la economía mexicana.
Luis Miguel Labardini, analista de la firma Marcos y Asociados, informó que en otros casos internacionales, donde la industria energética tuvo una reforma con apertura a la industria privada, el ingreso per cápita de los habitantes se incrementó exponencialmente.
En este sentido, en el periodo de 2002 a 2012, los ciudadanos de Brasil registraron un incremento de 225 por ciento en el ingreso per cápita, mientras que Kazajistán reportó un alza de 250 por ciento en los ingresos por persona en el mismo periodo.
Uno de los casos que Labardini mencionó como uno de los más exitosos dentro de la industria petrolera es el de Angola, cuya industria petrolera pasó por un proceso de apertura que le arrojó como resultado que en los últimos diez años el ingreso por habitante pasara de 500 a seis mil dólares. “Colombia es otro caso. Su reforma inició en 2004 y en los últimos dos años ya tiene 60 operadores petroleros y pasó de una producción de 500 mil a un millón de barriles diarios en ese periodo, eso se refleja en la economía del país”, señaló.
Sin embargo, reconoció que el documento del Imco sienta las bases para que los políticos entablen charlas sobre el tema con números en común.
En este sentido, Arturo Carranza, analista de la firma Solana Consultores, dijo que el Índice de Competitividad Internacional 2013 contiene argumentos muy claros y bien sustentados en favor de la apertura de la industria petrolera nacional.
Sin embargo, recordó que la riqueza petrolera de nuestro país no sólo se centra en aguas profundas y proyectos de shale gas.
“A pesar de que éstos son los temas en los que se centra el documento, valdría la pena tomar en cuenta que gran parte de los recursos de hidrocarburos de México están en las cuencas del sureste y en los proyectos de recuperación mejorada. A mí me hubiera gustado que el Imco abordara estos tipos de proyectos.”
La paraestatal es el motor local
El papel de Petróleos Mexicanos en la economía mexicana tendrá que cambiar en el futuro cercano, propuso el Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC), en el reciente estudio 3 Dilemas: Un Diagnóstico para el Futuro Energético de México.
En el documento, el centro conocido como el think tank, plantea dos escenarios para la petrolera: “debería ser una empresa productiva que maximice los recursos de largo plazo, o bien afirmando que Pemex debe ser una entidad que funja como instrumento de política pública, auténtica palanca del desarrollo nacional a través de diferentes cadenas productivas”.
“En definitiva, la respuesta que se elija determinará por completo el debate en torno a Petróleos Mexicanos”, continúa.
La organización sin fines de lucro también plantea la interrogante que debe resolverse en la Reforma Energética, como el destino que tendrán los recursos generados de una mayor participación de la industria privada, en el contexto de que en 2020 EU quizá deje de importar petróleo.
El CIDAC hace un especial énfasis en que las ineficiencias operativas de Pemex están directamente relacionadas al uso político que se le ha dado a la paraestatal desde su creación, y con especial énfasis en la década de los 80 y 90, cuando la economía mexicana gozó de la riqueza petrolera.
“Los problemas de Pemex, contrario a lo que se cree, son eminentemente políticos. La industria petrolera mexicana enfrenta diversos retos económicos ocasionados por el entorno internacional o por cuestiones internas, pero la gran mayoría que se explican en este documento se han debido al mal manejo de la entidad paraestatal como un brazo del Estado por parte del gobierno federal.
“En definitiva, no es necesario que Pemex tenga todas las actividades del sector. Y sin embargo, la intervención per se de Pemex en varios de estos mercados no sería tan problemática si su funcionamiento no fuera tan ineficiente. Mucha de esta proviene del uso político que en muchos sentidos se le ha dado al organismo”, continuó.
Más investigación
Otro elemento que resalta el CiDAC en el mal manejo de Pemex es el descuido a la investigación científica en nuestro país.
“De dos mil 148 instituciones dedicadas a la investigación científica y tecnológica, sólo 122 estudian temas de la industria petrolera. El Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), concebido en 1965 como baluarte de la investigación petrolera y responsable de evaluar los avances tecnológicos que pueden incrementar la capacidad productiva de Pemex, ha sido abandonado”, señaló.
El CIDAC concluye además que es importante llevar a cabo una Reforma Fiscal que equilibre la fuente de ingresos del gobierno y de esta forma depender menos del petróleo.
“Esta situación resalta la importancia de una posible reforma fiscal que despetrolice el presupuesto del Estado mexicano, puesto que ante una caída en la producción, una menor demanda de petróleo y la volatilidad de los precios, es imperativo encontrar nuevas formas de financiamiento para el gasto público”, comentó.
Hoy, ganadores de Chicontepec
Pemex dará a conocer hoy a las empresas ganadoras de la tercera licitación con contratos incentivados para explotar campos de crudo maduros en Chicontepec, en Veracruz.
Esta será la tercera licitación de contratos integrales que permiten la participación de firmas privadas para la exploración y producción de crudo en campos que fueron explotados pero que conservan recursos que requieren de una tecnología más avanzada.
El anuncio del fallo se dará a conocer al mediodía en la ciudad de Poza Rica, en Veracruz, según informó Pemex en un comunicado.
La paraestatal recordó que esta licitación abarca seis áreas de Chicontepec, con una superficie de 953 kilómetros cuadrados y con reservas totales 3P (probadas, probables y posibles) de tres mil 200 millones de barriles de petróleo crudo equivalente, “aproximadamente 15 por ciento de las reservas de Chicontepec”.
Se agregó que en este proceso participaron 16 empresas en la última fase, “en la que presentarán de manera abierta y transparente su propuesta económica para cada bloque”.
Pemex considera que con la participación de compañías privadas se contribuirá a incrementar la producción de hidrocarburos.
Según los estudios especializados, la zona de Chicontepec, que se ubica entre los estados de Veracruz y Puebla, con una extensión de tres mil 800 kilómetros cuadrados, está formada por campos productores de crudo con baja porosidad y permeabilidad.
En esos yacimientos el “factor de recuperación ha sido bajo”, aunque con un alto potencial con la tecnología adecuada.
La reforma de Pemex de 2008 abrió la posibilidad de que la empresa celebrara contratos que otorguen compensaciones razonables en efectivo a las compañía que obtengan mejores resultados a través de la incorporación de tecnología avanzada, de mayor eficiencia y menores costos.
Con estos contratos, Pemex intenta atraer nuevas tecnologías y prácticas para incrementar la extracción de crudo, un área donde la iniciativa privada había estado al margen.
A diferencia de las concesiones en otros países, donde se licitan áreas de explotación y las firmas adjudicatarias venden por su cuenta el crudo que extraen, en el caso de Pemex los campos se entregan a cambio de un tarifa por barril, pero el petróleo extraído sigue siendo propiedad de la empresa estatal.
La primera ronda de contratos integrales en campos maduros se celebró en 2011, en tres campos en el estado de Tabasco, en el sureste del país y en el Golfo de México.
En la segunda, en junio 2012, se licitaron seis campos en el norte del estado de Veracruz, aunque sólo se asignaron cinco y uno se declaró desierto, y en la mayoría de los casos los contratos los han ganado empresas extranjeras.
Pemex, la quinta empresa productora de crudo del mundo, con 2.5 millones de barriles diarios, es el mayor contribuyente fiscal de México.
Con información de Atzayaelh Torres
