Pedro Alonso

Consejería

Pedro Alonso

9 Ago, 2013

De los mercados y sus alrededores

Por tercer mes consecutivo tuvimos una inflación al consumidor negativa, el pasado mes de julio; el dato es de -0.03%. Esto lleva a la inflación de los pasados 12 meses a 3.47%, en la línea del pronóstico de Banco de México para este 2013, que es menor al estimado por los analistas que participamos en la encuesta que esta institución realiza cada mes. Tal estimación es de 3.64%, en el promedio. Para el pasado mes de julio en promedio, la encuesta arrojó una estimación de 0.08% (la mía fue 0.15%) para julio, si bien hubo algún “iluminado” que pronosticó -0.02%. ¡Bien por él!

Vale hacer notar la importante caída de la inflación no subyacente que en mayo era de 10.6% y que en julio registró 6.6%. Lo anterior se debe a la caída de la inflación de los bienes agropecuarios, que en abril pasado habían llegado a 17.3% y que ahora está en 4.2%, en tanto que la energía y las tarifas gubernamentales que han mantenido una inflación al alza desde octubre de 2012 (estaba en 3.9%), ahora llega a 8.1%. La inflación subyacente se sitúa en julio en 2.5%, que se compone por la de mercancías en 2.6% y los servicios en 2.4%, explicada en parte –como escribí ayer— por el bajo ritmo de actividad económica.

Como resulta obvio, la presión inflacionaria que tenemos deriva de algunas cosas que son un tanto incontrolables por la política monetaria. Me refiero a los shocks de oferta que se han localizado en los últimos años en los precios de los alimentos, por cuestiones climáticas y sanitarias, por una parte. Por la otra, están las necesidades fiscales que generan las alzas de precios en la energía, principalmente.

Si bien es un hecho que hay que corregir los precios subsidiados de la energía, también es claro que esto no resuelve las disfunciones fiscales, que supongo se busca corregir con lo que resulte de las reformas fiscal y de energía, que están aún en el lado de su preparación para discutirse. Veremos. Le sugiero, amigo lector, que visite el sitio del INEGI, en particular la sección de análisis de los Índices Nacionales de Precios en el vínculo: www.inegi.org.mx/est/contenidos/inp/Default.aspx, en donde hay varias herramientas interesantes y útiles para entender y lidiar mejor con la inflación. Hablo como analista pero también como consumidor y padre de familia.

Quizá usted recuerde, amigo lector, que martes y miércoles de esta semana (recuerde por favor que siempre escribo el día anterior al que usted lee Consejería) mencioné en este espacio que había una condición “subidora” en varias acciones del mercado mexicano, como en el estadunidense, cosa que se ha venido materializando y que espero continúe en esta ruta.

Ayer vi varias declaraciones de diversas corredurías en Estados Unidos haciendo proyecciones sobre lo que puede hacer el S&P 500 en los próximos meses (fin de año y 12 meses adelante) en las que hablan de niveles alcanzables en el mediano plazo; mil 750 a fin de 2013 y mil 900 un año adelante. Es posible y ojalá que tengan razón. En mis gráficas hay varias razones para suponer lo anterior.

En el caso mexicano —las corredurías locales no dicen mucho y menos si uno no es su cliente; que es mi caso— desde hace algunas semanas (fue el 15 de julio pasado la primera vez y luego el 24; luego el 2 de agosto y así) he escrito varias veces en este espacio que puede pensarse en la posibilidad de un objetivo alrededor de los 46 mil puntos.

El martes pasado reiteré esta idea, mencionando que si esto pasa, no ocurrirá en línea recta. Antes de ello se topará con la zona de los 43 mil 500- 44 mil, que es a lo que yo aspiraría en el corto plazo ya que es la “resistencia” más visible que tengo. Ayer el IPC cerró en 42 mil 712. Haga sus cálculos.

Sé el riesgo que me corro por escribir cosas como las anteriores, pero es a lo que me dedico, entre otras cosas. Soy un analista que opera de manera profesional, es decir, que creo en lo que hago y estoy a favor de ello. Y decidí compartir con otros mis ideas sobre los mercados y sus alrededores. Espero le sea útil mi trabajo. Suerte.