Lo también importante

Decía Oscar Wilde que “un cínico es aquel quien conoce el precio de todo, pero el valor de nada”.

Algo similar nos pasa en el mundo de los pequeños negocios, sobre todo en los negocios que tienen poco tiempo de existir.

Existe tal énfasis en vigilar la salud y la fortaleza de los números, que muchas veces nos olvidamos de vigilar otras cosas que, quizá en el corto plazo, no se reflejan directamente en las cifras, pero que son igual de importantes de estar controlando.

Estos pendientes tienen que ver con la operación de la empresa, con estar preparado para solventar emergencias, y con sentar las bases para el rendimiento/utilidades/productividad de mediano y largo plazo, por lo que estar sobre éstos, definirlos, vigilarlos y ajustarlos es fundamental.

1. ¿Están contentos tus clientes? Esto puede parecer una pregunta redundante, con una respuesta tipo “obvio, si me compran están contentos”. Asumir esto es un craso error. Las ventas sólo miden la necesidad presente de tus clientes, NO su satisfacción. Necesitas saber si el bien o servicio que les provees (más bien, ambos) llena sus expectativas o, en caso contrario, qué hacer para satisfacerlas. ¿Cómo saber esto? Fácil, pregúntales directamente. Esta satisfacción de tus clientes es una manera de asegurar no sólo tus ventas presentes o de corto plazo, sino tus ventas y crecimiento en el mediano y largo plazos.

2. ¿Están contentos tus empleados? Muchas empresas no se toman el tiempo de hacerse esta pregunta, pero es fundamental, sobre todo en las pequeñas empresas, en donde cada empleado juega un papel, proporcionalmente, más importante. Está comprobado que empleados contentos son, por lo general, empleados más productivos y con una mayor permanencia. Conocer el grado de satisfacción de tus empleados (y hacer los cambios posibles) es una manera de asegurar la productividad de tu empresa en el futuro. Ojo, el “buen sueldo” no es un seguro de satisfacción de tus empleados.

3. ¿Existen procedimientos y procesos en caso de que un empleado se vaya? Tu asistente tiene toda la información de los bancos y tú no tienes la más remota idea. El día que se vaya vas a estar en serios problemas… Y la productividad de tu empresa va a sufrir. Todos los procesos y datos de tu empresa deben estar escritos y tú debes tener acceso a ellos (por lo menos conocer en dónde están), debes también tener un respaldo de todos los documentos de tu empresa.

4. ¿Tienes una buena relación con tus proveedores? ¿En caso de una emergencia (ya sea financiera o de requerimiento) ellos te ayudarían? Cierto, mucho de la relación con tus proveedores tiene que ver con comprarles (obvio) y con pagarles a tiempo… Pero genera una relación más allá de las ventas. Aunque sea telefónica. De cierta manera tus proveedores son tus socios en el servicio que les brindas a tus clientes. Acércate a ellos, nunca sabes cuándo puedas necesitar algo adicional.

5. ¿Tienes opciones de proveedores? En caso de que un proveedor no quiera o no te pueda surtir lo que necesitas ¿estás amarrado ya que no conoces otras opciones? No te esperes a estar en un momento crítico para buscar opciones… busca y cotiza proveedores adicionales.

6. ¿Tienes planes de emergencia en caso de que X o Y llegue a suceder? El peor momento para buscar un paraguas es cuando está lloviendo. Ten en línea (y en conocimiento de tus empleados) los procedimientos de seguridad (para las personas, pero también para la información) en caso de sismo o incendio. Así como los pasos a seguir en caso de contratiempos posibles en tu giro de trabajo (que se caiga el servidor… que la máquina principal deje de funcionar).

7. ¿Tienes los seguros necesarios? Nop, el tener los seguros necesarios (uuuuffff, que caras son las primas) no te exenta de que algo malo llegue a suceder, pero permite que en caso de que suceda tengas resuelto parte del tema del dinero. Evalúa qué es lo que necesitas y no prescindas de ellos.

Esta lista es una que llevo recopilando yo desde hace algún tiempo. A ustedes lectores, ¿se les ocurre alguna adicional?

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