Manuel Somoza

Inversión inteligente

Manuel Somoza

7 Nov, 2013

Se avisora la recuperación

Hace exactamente un año, las expectativas de la economía mexicana eran magníficas; los funcionarios del gobierno, que entraron en diciembre, pronosticaban un crecimiento para México de 3.8 por ciento.

Como todos bien lo sabemos eso no se dio, y es probable que este año la cifra apenas y llegue a 1.3 por ciento. La razón fundamental por la cual el pronóstico falló fue que el crecimiento del sector manufacturero en Estados Unidos fue declinando desde finales de 2012 y hasta mediados de 2013; por supuesto, con la enorme dependencia que nuestra economía tiene de la estadunidense, el efecto se hizo sentir inmediatamente. Hoy las cosas son distintas, la economía de Estados Unidos se recupera en lo general.  El sector manufacturero está creciendo un poco más que el promedio, todo apunta a que en 2014 la economía de ese país tenga un crecimiento de entre 2.5 y 3% y eso será suficiente para que México pueda estar por arriba de 3% el próximo año; de hecho, los últimos dos meses del presente ejercicio  empezaremos a sentir recuperación en los niveles de actividad económica.

Además de lo anterior,  no pierdo la esperanza de que si tenemos una reforma energética, sin recortes, tenga efectos positivos para finales del siguiente año, amén de que por su importancia, podría ser suficiente para empezar a cambiar la actitud tan pesimista que hoy se siente entre los principales actores de la economía nacional.

En la economía juegan mucho las expectativas, si éstas son muy malas, al final van a tener la fuerza para que las cosas salgan mal; y por supuesto al revés, se lograría crear efectos positivos.

El hecho de que México alcance un crecimiento importante en 2014,  nos debería dar el impulso suficiente para que éste se mantuviera a lo largo del sexenio. Las reformas que se han llevado a cabo (menos la hacendaria), podrán contribuir en algo en este proceso; sin embargo, insisto, la energética es la única capaz de generar los flujos de inversión suficientes para que alcancemos tasas  cercanas a cinco por ciento.

Otro elemento que contribuirá a que en 2014 sea un año de crecimiento, es que tendremos un déficit de 1.5%, que si se le añaden los déficits en otros sectores como el energético, etcétera, llegará a 4.3% del PIB. Esto quiere decir que va a haber enorme cantidad de gasto público en el año; ojalá y éste se ejerza con disciplina, eficiencia y honestidad.

Si lo anterior se logra, aseguraríamos un buen año en el que también sería importante empezar a hacer los ahorros necesarios para cubrir los déficit de 2013 y 2014. No podemos pensar en 2015 con déficit nuevamente, porque esto daría al traste con la disciplina fiscal que se obtuvo en los pasados 15 años y que ha sido la causa fundamental de la estabilidad financiera que hemos gozado últimamente. El mantener la inflación bajo control es algo que debe estar presente todos los días en la agenda pública; el perder este objetivo sería regresar a las crisis recurrentes que ya no queremos recordar.

Además de todo lo aquí expuesto, 2014 será un buen año para el planeta en su conjunto. Ya dijimos que EU tendrá un buen crecimiento y en Europa, aunque no se alcanzarán cifras sobresalientes, todo indica que los principales países están saliendo de la recesión. Japón tiene una buena perspectiva, y China motor del mundo, se piensa podrá tener un crecimiento de 7.5%, que no es nada despreciable.

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