Manuel Somoza

Inversión inteligente

Manuel Somoza

12 Dic, 2013

El futuro financiero siempre es incierto

Quisiera compartir con los lectores de esta columna, el análisis preliminar que estamos haciendo en Somoza Musi y Asociados, sobre el posible entorno en el que se van a desenvolver los mercados durante 2014. En primer lugar, empezaría con un análisis general del crecimiento económico: En este tema  la perspectiva es razonablemente buena, ya que todo indica que el año entrante la economía mexicana podrá crecer entre 3.5 y 3.7%; las dos razones que lo explican son, en primer lugar que la industria manufacturera de Estados Unidos mantendrá un crecimiento más robusto del que tuvo en 2013, y por ende, impactará en sentido positivo al sector exportador mexicano que es motor importante de nuestra economía.

La segunda razón es que el gasto público será muy superior al ejercido en 2013, toda vez que el propio crecimiento generará vía impuestos mayores ingresos para el gobierno, además están 250 mil millones de pesos adicionales que aportará la recién aprobada Reforma Fiscal; y por último, está el monto equivalente a 1.5% del Producto Interno Bruto (PIB) que se aprobó como déficit para 2014. Todo esto traerá como consecuencia un impulso importante para el mercado interno.

El mejor crecimiento de la economía, en lo general, ayudará a generar mayores utilidades en las empresas registradas en Bolsa, recordemos que en 2013 el rendimiento del índice de precios de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), a la fecha,  ha tenido un desempeño francamente malo, ya que todavía al día de hoy marca un rendimiento negativo; sin embargo, estamos pensando que la mejoría del entorno podrá propiciar la posibilidad de tener ganancias de alrededor de 10% a 12 por ciento para todo el año que viene.  Si queremos visualizar el tipo de cambio, las predicciones son mucho  más complejas, debido a que todo apunta a que éste debería de mantener estabilidad entre 12.80 pesos por dólar y 13.20 pesos por unidad; aunque  podría estar afectado por el desenvolvimiento que tengan las tasas de interés en Estados Unidos como resultado de la disminución y la eventual desaparición de los estímulos monetarios  que existen en ese país y que los últimos años han beneficiado a los países emergentes provocando flujos positivos de inversiones de Estados Unidos hacia estos últimos, los cuales seguramente disminuirán una vez que se reduzcan o desaparezcan los mencionados estímulos. Por último y muy ligado a lo anterior, el mercado de tasas de interés quizá sea el más sensible, ya que cuando la tasa de interés empiece a subir en Estados Unidos por efectos del tapering, irremediablemente las tasas de mediano y largo plazo en México tendrán  que ir al alza. Esto último va a representar un enorme reto para los manejadores de dinero quienes tendrán que concentrar las inversiones de renta fija en los plazos más cortos, o en los extremadamente largos, para no sufrir los efectos que el incremento en las tasas de interés puede provocar en el precio de los bonos.

Con todo lo anterior, el panorama será razonablemente bueno; no exento de riesgos, y las inversiones que seguramente tendrán mejores rendimientos estarán en los sectores accionarios tanto de México, Estados Unidos y algunas otras economías desarrolladas.

A pesar de todo lo aquí expuesto, la recomendación fundamental sigue siendo diversificar las inversiones y mantenerlas bajo revisión periódica, con el fin de irlas adaptando a los cambios que se puedan presentar en el entorno;  que hoy, no podemos ver.

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