Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

6 Ene, 2014

Regalo de Reyes

Recién cumplidas tres décadas de la crisis que puso contra las cuerdas a la industria del videojuego, surge una herramienta que hará feliz a más de un nostálgico de aquella fiebre ochentera.

Se trata de The Console Living Room, una iniciativa que hace posible que los cibernautas vuelvan a disfrutar en su computadora o laptop cientos de títulos clásicos para Atari 2600 y 7800, ColecoVision, Magnavox Odyssey, Astrocade de Bally y SG-1000 de Sega, que incluye fichas explicativas y manuales y ofrece una experiencia de juego muy similar a la original, a pesar de carecer por el momento de sonido.

Quienes crecieron sobre todo con la consola 2600 sufrirán un ataque de melancolía cuando revivan alrededor de 500 juegos, entre ellos los que desarrolló la propia Atari como Asteroids, más los que fabricaron otras firmas como Activision, Imagic, Parker Brothers y Coleco (ejemplos notables son Amidar, Cosmic Ark, Time Pilot, Moon Patrol y Solar Fox, virtualmente extinguidos).

Lo notable de esta colección es que reúne prácticamente la totalidad de los títulos publicados en cartuchos que —al menos en el México de los años previos al recién veinteañero Tratado de Libre Comercio de América del Norte— sólo podían conseguirse de contrabando. Varios juegos ya habían sido resucitados previamente en aplicaciones para tablet desarrolladas por Atari, Activision, Midway y Namco Bandai, pero otros igual de buenos sólo permanecían en el recuerdo de quienes fueron adictos a ellos.

Este regalo de Reyes anticipado existe desde octubre pasado gracias a los esfuerzos de Internet Archive, una organización sin fines de lucro fundada hace 18 años en San Francisco, California, y cuyo propósito es construir una inmensa biblioteca que contenga el mayor contenido posible de memoria digital, que esté a disposición de investigadores, estudiantes y público en general.

El soporte técnico para recrear estas maravillas lo brinda MESS, un programa capaz de emular la interfaz de cientos de máquinas antiguas, convirtiéndolas a lenguaje JavaScript. “Imagine cada computadora que ha existido, en su navegador”, es su lema de batalla (que no es del todo cierto en el caso de The Console Living Room, que resulta mucho más amigable con Firefox que con Safari).

Aunque Internet Archive anuncia que próximamente estos juegos retro contarán con sonido —por ahora uno debe conformarse con practicarlos en silencio—, es de esperarse que otros desarrolladores puedan contribuir a que esta experiencia pueda disfrutarse también en dispositivos móviles y, de preferencia, con joysticks que sustituyan la barra espaciadora y las teclas de las flechitas (lamentablemente, palancas para el iPad como el iCade de la marca ION no tuvieron mucha continuidad, a pesar de que, con un poco de visión, hubieran relanzado franquicias emblemáticas como Street Fighter y Mortal Kombat).

Para el morbo, uno de los juegos disponibles en The Console Living Room es el desastroso E.T., inspirado en la cinta de Steven Spielberg, y el cual, como corresponde a la naturaleza de su protagonista extraterrestre, es objeto de una leyenda urbana tipo Rosswell, la ciudad de Nuevo México donde supuestamente habría caído un OVNI en 1947.

Un misterio más reciente rodea Alamogordo, otra población de ese estado de la Unión Americana. En septiembre de 1983, la prensa registró que Atari trasladó 14 camiones de material de desecho que enterró en un vertedero de aquella localidad, proveniente de sus plantas en El Paso, Texas. Se supone que la fábrica se deshizo de diversos materiales de computación inutilizables, pero desde entonces surgió el mito de que ahí yacen millones de cartuchos de E.T. que jamás se vendieron. Quien intente jugarlo en el emulador de Internet Archive podrá comprobar por qué se le conoce como el peor videojuego de la historia.

Y, desde luego, tan trascendental asunto ya cuenta con una comisión de la verdad: las autoridades de Alamogordo autorizaron en mayo pasado que la firma canadiense Fuel Industries excave en el sitio donde supuestamente fueron enterrados los cartuchos con el fin de filmar un documental. Y el 19 de diciembre se anunció que esta película será producida por Simon Chinn (ganador del Oscar por Buscando a Sugar Man) bajo los auspicios de Xbox, con la idea de difundirla en exclusiva a los usuarios de la consola de Microsoft. Seguramente la venderán a las nuevas generaciones como una historia fuera de este mundo.

marco.gonsen@gimm.com.mx

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