Pedro Alonso

Consejería

Pedro Alonso

23 Ene, 2014

El IPC, “agarrado de la raya”, pero dentro de límites permisibles

En la Consejería que escribí el domingo pasado y que usted pudo leer el lunes de esta semana, empecé diciendo que la semana pasada los mercados habían terminado bajando, pero sin desastre. Me refería a que la operación y el nivel de los índices se mantuvieron dentro de los parámetros que, al menos en mi caso, establecí para definir el estatus de mi operación.

Lo anterior sigue siendo válido para lo que ha ocurrido en los primeros días de esta semana. Particularmente, el IPC mexicano ayer “rebotó” en donde debía, según yo. Es decir, técnicamente hablando en donde convergen una serie de condiciones que suponen presencia de compradores, incluso con un ligero repunte del volumen que apoya esta idea.

Me encantaría que el alza de ayer fuera el inicio de una trayectoria que llevara al mercado mexicano a definir un ascenso duradero, pero como usted sabe, amigo lector, yo opero con lo que veo y no con lo que me imagino —por más ganas que tenga que ocurra lo que yo espero—, usando como explicación lo que escribí en el párrafo previo, es decir, el asunto de las condiciones técnicas.

Pero trato de no caer en el “truco” de la esperanza: pensar que las cosas van a ocurrir de la forma en que a mí me convienen. No es lo mismo que el mercado haya encontrado un soporte (presencia de demanda) con elementos técnicos válidos, que a partir de este punto se arranque un alza que por lo menos lleve al mercado a resolver la zona de los 42,500 puntos y lo proyecte ya, al nivel de los 44,000 que mencioné en Consejerías recientes como el nivel que pienso puede alcanzar el IPC en relativo corto plazo; he escrito que esto puede ocurrir durante el primer trimestre de este año.

Usted preguntará por qué si pienso que el IPC puede llegar pronto —relativamente— a la zona de los 44,000, no compro ahora que está en los 42,000 o no lo hice antes, digamos cuando hace un par de semanas estuvo alrededor de los 41,200. Mi respuesta tiene dos vertientes. La primera es que si lo hice, pero en pequeñas cantidades con la decisión de vender en muy, muy corto plazo; lo hago porque los precios llegan a esos niveles que suponen presencia de demanda.

La segunda es que no cambio mi postura estratégica hasta que no existan las condiciones para ello. En mi caso, de lo que hablo es que carezco de información nueva y “dura”, independientemente de los niveles que suponen presencia de oferta, el primero de los cuales es el de los 42,500. Pero por lo pronto el mercado mexicano se mantiene operando dentro de los límites que como dije al principio de esta columna, permiten una operación de corto plazo y no pido más.

A modo de anécdota, comparto con usted lo siguiente. Ayer, leyendo por la tarde la prensa internacional, me encontré con una nota que refería que en Argentina decidieron restringir las compras por internet al extranjero, a fin de “proteger” sus reservas internacionales.

Me parece increíble que un gobierno en esta época piense que va a detener el flujo de capitales con medidas tan absurdas como esa, más allá de los detalles que por respeto a su tiempo, me los ahorro. Argentina no tiene acceso al mercado de capitales internacional, desde que decidieron no pagar su deuda externa, hace años.

Los datos de inflación —entre otros— están totalmente manipulados: la inflación “oficial” es 11%, pero se presume que por lo menos es de 30% y la cotización del dólar en el mercado “azul” —es su forma de llamar al mercado negro— es 12 pesos argentinos por dólar, mientras que el gobierno se empeña en decir que es de siete pesos por dólar. Las reservas internacionales pasaron de 40 mmdd a principios de 2013, a 30 mmdd a finales de ese año. Y Messi juega con Barcelona y no con Boca o con River.

No sé qué piense o sepa usted, amigo lector, pero parece inevitable que se aproximan a una crisis de balanza de pagos, con las terribles consecuencias para una economía que además, como mencioné, no tiene acceso al mercado internacional de capitales, porque se lo ganaron. No pierda de vista este tema, pues algún ruido hará en los mercados para los emergentes. Suerte.

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