¿Qué pasa con el tipo de cambio en Argentina?

CIUDAD DE MÉXICO.- El peso argentino sufrió ayer su peor caída frente al dólar en 12 años, en un momento en las autoridades parecen no tener herramientas para frenarlo y las reservas del banco central se agotan.

FALTA DE DÓLARES

Tras la crisis cambiaria y cesación de pagos en el 2002, los dólares en Argentina han escaseado por diversas razones. Primero, falta de acceso al mercado de crédito internacional, debilidad de la economía interna, desconfianza en las mediciones económicas, y debilidad de las exportaciones.

Las principales fuentes de dólares o no sirven o están muy deterioradas.

UN TIPO DE CAMBIO CONTROLADO

Tras la reelección de Cristina Fernández se pusieron en operación restricciones a la compra de dólares en el país debido a la fuerte salida de capitales durante el 2011. En un principio, las restricciones consistían en:

• Limitar la compra de dólares a aquellos contribuyentes que tuvieran capacidad para hacerlo. Es decir, el sistema tributario del país determinaba quién podía o no comprar divisas.
• Posteriormente, las empresas también debieron pedir permiso al banco central para comprar dólares.
• Después, incluso los turistas debían pedir permiso para comprar divisas y los montos se establecían unilateralmente por el gobierno.
• Quienes quisieran comprar casas con dólares, también debían solicitar la compra al gobierno.
• Finalmente, se prohibió también hacer inversiones en dólares.

El gobierno no quería que salieran más que los dólares necesarios de la economía argentina. Esta mañana se anunció el relajamiento de algunas de estas medidas.

Tras la aplicación de las restricciones, se llegaron a presentar tres tipos de cambio diferentes: el oficial, controlado por el banco central en una banda de flotación, es decir, con topes máximos y mínimos; el turista, para hacer compras en el exterior y que estaba sometido a un impuesto; y el "blue", que se consigue en el mercado negro.

¿QUÉ ESTÁ PASANDO?

La actual situación tiene su base en tres problemas: alto tipo de cambio, alta inflación y bajas reservas.

Durante los últimos años, el gobierno argentino ha actuado de manera activa sobre la economía en un intento por estimular su crecimiento, lo que ha generado un déficit amplio; es decir, el gobierno ha gastado más dinero del que tiene y el faltante debe salir de algún lado. Así, se ha monetizado el déficit; se ha financiado con la creación de dinero y esto, a su vez, ha disparado la inflación.

Los altos niveles de inflación ocasionan que haya menor interés de extranjeros por invertir, lo cual genera que no entren divisas al país. Al no entrar divisas, el tipo de cambio se eleva, pero el gobierno busca controlarlo y hacerlo competitivo con la intención de fortalecer las exportaciones; pero esto implica que el banco central inyecte dólares al mercado. Adicionalmente, las reservas del banco central dsiminuían por el pago de deuda e intereses al exterior.

Ahora, recordemos que el tipo de cambio es el precio de una moneda con respecto a otra y sigue las leyes de la oferta y la demanda. Cuando la oferta de dólares es alta, el precio tiende a ser bajo y viceversa; mientras que cuando la demanda de dólares es alta, el precio se eleva y viceversa.

Hasta el momento sólo se han explicado los problemas de la oferta de dólares. ¿Qué pasa con la demanda? Analistas atribuyen a efectos estacionales la alta demanda; principalmente por las vacaciones de inicio de año y el pago de bonos salariales. 

Dado que el mercado cambiario oficial es muy restringido, quienes demandan dólares los buscan en el mercado negro.

El diferencial del tipo de cambio oficial y el "blue" es tomado por inversionistas como una señal de cuando un fuerte ajuste del tipo de cambio oficial es inminente. 

En meses pasados el diferencial en Argentina rondó el 45%, pero en los últimos días se acercó al 70 por ciento. Finalmente, ayer el banco central dejó que el tipo de cambio se elevara tanto que fue el peor día en casi 12 años. Ante el temor de un ajuste mayor, algunos inversionistas que tienen dinero en Argentina buscan salir del país, lo cual presiona más la demanda de dólares.

Con una demanda de dólares tan alta y una oferta muy limitada, el tipo de cambio está presionado.

El riesgo de esta situación es que la desconfianza de los inversionistas en el país genere una corrida bancaria, es decir, que todos quieran salir al mismo tiempo y se agoten completamente las reservas y mecanismos para controlar el tipo de cambio. La falta de divisas provocaría una situación similar a la de Venezuela, donde el principal problema es la imposibilidad de importar productos básicos, generando escasez y disparando más la inflación en un círculo vicioso que pone en peligro la estabilidad del país.

*gl