Pedro Alonso

Consejería

Pedro Alonso

5 Feb, 2014

Tomó un respiro la baja de las últimas jornadas

Cuando ayer terminé deseándole suerte a la señora Yellen por su llegada a la presidencia de la Fed en medio de un ambiente bastante revuelto en los mercados, no pude dejar de dar una vuelta sobre esta idea. En primer lugar, porque a nadie le sobra un poco de buena fortuna, pero en este caso, porque no creo que la necesite demasiado.

La postura que ha tomado la Fed, y en la que ella participó, como he escrito recientemente, creo que ha sido meditada con cuidado, y si bien no pone al margen de ella a los mercados, no son éstos los que rigen la decisión de ese banco central. Además, porque empezar a operar en un mercado a la baja siempre da algunas ventajas.

Cuando uno empieza en un mercado que sube y le favorece a uno, se puede —y con frecuencia se suele— pensar que las decisiones que uno ha hecho han sido buenas y que ganar algún rendimiento es cosa relativamente fácil y se pierde de vista que mucho tuvo que ver lo que el mercado hacía por sí mismo, más allá de la participación de uno, como individuo.

En el caso opuesto, cuando en las primeras operaciones uno pierde, pueden presentarse varias opciones, en general no del todo malas. Una es que se llegue pronto a la conclusión de no querer tomar más este tipo de riesgo, que no es para uno y se le deja por la paz, se toma la pérdida y uno se va con sus cosas a otra parte.

Otra, es que por un simple deseo de revancha se intente nuevamente obtener un resultado positivo, pero de tal tamaño que cubra la pérdida previa y además genere un rendimiento, lo que en el mejor de los casos ofrece una posibilidad de éxito de 50%, que probablemente, en caso de estar en el lado correcto, no produzca una satisfacción del todo completa, y si el resultado es malo, probablemente además de una pérdida mayor, generará enojo y amargura que seguramente derivará en culpar a un tercero, persona, animal, cosa o clon, del error que uno mismo cometió. Y uno se retira, pero enojado. No es buena idea.

Una tercera posibilidad es que decida que vale la pena tratar nuevamente de participar y se trate de aprender del error cometido, lo que no garantiza el éxito del segundo intento, pero quizá le acerque a uno a tener un enfoque menos frágil que el del que participa porque está de moda invertir en bolsa o en cualquier otra actividad que involucre riesgo. Al menos en esta oportunidad se puede obtener una buena aproximación a los efectos que en uno causa la incertidumbre y lo que supone la presencia del riesgo, lo que sirve para muchas cosas además de invertir en los mercados. Con trabajo, práctica y prudencia, hasta se obtienen rendimientos importantes. Más que en ningún otro mecanismo de inversión financiera.

Ayer también escribí que pensaba que no faltaba mucho para que los mercados encontraran un soporte; supuse que faltaba como uno por ciento. Lo cierto es que ayer se tuvo un buen día, si por ello entendemos que no se siguieron derritiendo como habíamos visto. Hasta subieron un poco los mercados emergentes junto con los desarrollados. Puede no ser el soporte definitivo, pero no está demasiado lejos tal zona.

El mercado mexicano bajó casi dos por ciento. Yo escribí que pensaba que la baja de ayer podía ser de 1.5% hacia la zona de los 40 mil 300 puntos del IPC; que no pensaba que podía ser un soporte, solamente lo marqué como un objetivo. De hecho la baja fue hasta los 40 mil 31 puntos, que tampoco es necesariamente una zona de soporte.

No me gusta cómo se ve el mercado mexicano. No encuentro una razón de peso para pensar que retomará una trayectoria alcista duradera. Lo cierto es que aun suponiendo que pronto encontrara un soporte importante, hay mucho volumen acumulado en los niveles superiores a los en que ahora trabaja. Puede ir a buscar los 39 mil 750, y si no se detiene ahí, no me extrañaría verle en los 39 mil. Ojalá me equivoque. Suerte.

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube