La destrucción creativa y el emprendedor innovador

CIUDAD DE MÉXICO.- Hace 131 años nació el economista austro-estadounidense, Joseph Schumpeter, cuyas principales aportaciones se dieron en torno al estudio de los ciclos económicos y el papel del empresario en la generación de riqueza para la sociedad.

 

Su aporte más grande fue el haber popularizado en la década de los 50 el término “destrucción creativa”, acuñado por el economista y sociólogo, Werner Sombart, años atrás.

 

Aunque en los últimos años parece haberse presentado una explosión de la innovación, la realidad es que la “destrucción creativa” ha estado presente durante buena parte, si no es que en toda la Historia.

 

Schumpeter define este término como el proceso de innovación que tienen lugar en una economía de mercados, donde los nuevos productos destruyen productos y modelos de negocios anteriores. Esto se vio en la Revolución Industrial, con la llegada de la producción en serie, las computadoras y en la reciente Revolución Tecnológica. 

 

 

Para Schumpeter, el término no es aplicable a aquellos que generan el nuevo producto en sí, sino quienes saben crear un nuevo mercado para estos inventos. Son aquellos que no buscan el dinero, ni la fama, sino la creación y establecimiento de una marca.

 

En su libro, “Capitalismo, Socialismo y Democracia”, dice que esta “destrucción creativa” se puede dar de cinco maneras: 

 

- La introducción de un nuevo bien.

- Un nuevo método de producción de bienes existentes.

- Un nuevo mercado.

- Una nueva fuente de materias primas. 

- La creación de un nuevo monopolio o la destrucción de uno existente.

 

Bajo esta lógica, Schumpeter se atreve a decir que la “destrucción creativa” es “el hecho esencial del capitalismo”, y se aleja del pensamiento de Marx, quien en “El Capital” había dicho que este proceso no sólo era de destrucción sino autodestructivo para el capitalismo.

 

Finalmente, Schumpeter nombra al crédito y la innovación financiera como uno de los factores clave para promover la “destrucción creativa”; la disposición de alguien por arriesgar su capital para generar nuevo valor.

 

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