De gaps y razonamientos básicos

El mercado mexicano sigue comportándose dentro del patrón que pensamos desarrollaría. Me refiero a que después del alza que ocurrió de los 40 mil puntos a los 42,500 en números redondos, entre el 25 de abril y el 13 de mayo (6% en diez días hábiles, no está mal) un “alto” en el camino, es casi necesario u obligado.

Recientemente escribí en este espacio que una baja hacia el nivel de 41,300 era permisible, por lo que la baja de ayer no me preocupa demasiado. Como usted sabe, amigo lector, los patrones de consolidación son necesarios para restarle vulnerabilidad al movimiento alcista, en este caso. Y toman su tiempo.

Claro que bajas como la de ayer, al menos al momento de la apertura y durante un rato, pudo causar preocupación, pero en esos momentos hay que tener la calma suficiente para meterse a las entrañas de la operación, saber qué es lo que está pasando, evaluar los hechos y decidir qué hacer.

Ayer el IPC mexicano abrió la operación con un gap; una brecha —literalmente— entre el mínimo del viernes pasado en 41,543 puntos (el cierre que fue 41,898) y los 41,463 que a las 8:39 AM (nueve minutos después de la apertura) se había alcanzado, es decir 1% abajo en las primeras “patadas”. Y por supuesto que llama la atención, sobre todo cuando en Estados Unidos, el mercado subía. Pero siempre hay una explicación para estos movimientos abruptos y hay que encontrarla.

Usted sabe, amigo lector, que no escribo sobre acciones en específico y mucho menos hago recomendaciones precisas en ese sentido. Pero ahora lo voy a hacer (escribir, no recomendar) pues me parece que lo que ocurrió ayer tiene una buena parte de su explicación en lo que ocurrió con la acción de América Móvil (AMX) que es la acción de mayor peso en el IPC (14.6%, ayer; la que la sigue es FEMSA, con 10.7% y después GFNORTE, con 9%, para que tengamos idea de lo que hablamos).

De manera alguna no se trata de hablar de una acción, sino de un aspecto operativo, para quienes participamos en los mercados. La baja de 1% del IPC en los primeros minutos se explica porque AMX bajaba 5.2% en esos momentos. Y la causa de la baja de AMX fue el anuncio de la compra que se pactó para que la empresa AT&T de Estados Unidos, adquiera DirecTV, otra empresa “paisana”.

Resulta que AT&T dice que va a financiar su compra usando, entre otras mecánicas, con la venta de activos no estratégicos, entre los que se encuentra el 8% de las acciones de AMX. Y el razonamiento aparente del mercado —y de algunos intermediarios— es que se va a generar una sobreoferta de acciones de AMX en el mercado lo que ocasionará una baja de precio. Y yo creo que es una reacción casi primitiva.

En primer lugar porque resulta que la operación de compra de AT&T, en detalle,  se llevará a cabo en los siguientes doce meses y mucha decisiones están por hacerse y cosas por suceder. La segunda causa para no reaccionar de esa manera —en la idea de la sobreoferta—, es porque nadie en su sano juicio va a vender 8% del capital de una empresa, al menudeo.

Y menos si estamos hablando de una empresa como AMX, con operación internacional importante. Un “paquete” accionario de ese tamaño, no se chacharea, se negocia y se vende en bloque, al mejor postor. Su paso por los mercados será casi transparente.   

De tal suerte, supongo que AMX, después de los primeros impactos de este tipo de razonamiento, seguirá operando como siempre, es decir, por lo que la gente cree que vale, por las razones que hasta ahora ha sido -bien o mal- valuada y con sus características habituales.

Valga decir que después de la baja de apertura, gap de AMX incluido, el IPC tendió a recuperarse y cerró sólo -0.14% abajo —cerrando el gap—, respecto del cierre del viernes y AMX se mantuvo, no obstante el trancazo inicial, dentro del patrón que está desarrollando.

Lo que ocurra en los siguientes días, es cuestión suya. Sí, de usted amigo lector, si opera en esta acción y de miles de personas más que, junto con usted, la operan. El mercado es un tema de conducta de multitudes. El “paquete” que de AMX posee AT&T, juega aparte. Suerte.