Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

26 May, 2014

BuzzFeed

No es noticia si un perro muerde a un hombre, pero sí lo es si un hombre muerde a un perro. Este postulado del periodismo clásico lo ejemplificó hace dos semanas una gata llamada Tara, que salvó a un niño del feroz ataque de un perro en Bakersfield, California.

Un labrador callejero estuvo merodeando al pequeño Jeremy Triantafilo, de cuatro años de edad, mientras éste jugaba con su bicicletita; primero se le acercó, luego le clavó las fauces en una pierna y comenzó a arrastrarlo. De repente apareció Tara y como una saeta se aventó sobre el can, que sorpresivamente soltó a su víctima y emprendió la graciosa huida. La escena, captada por una cámara de seguridad, ya acumuló más de 21 millones de vistas desde que fue posteada en YouTube el 14 de mayo.

¿Son los gatos los nuevos protagonistas de la información? Curiosa casualidad, ese mismo día The New York Times cesó a su directora, Jill Abramson, y entre las razones que se especularon sobre su despido figuran las discrepancias sobre la estrategia del legendario rotativo en el mundo digital, una versión atizada por la filtración de un informe interno en el que ese diario señala como uno de sus principales competidores a BuzzFeed, un sitio web neoyorquino creado en 2006 y que se ha popularizado por publicar, entre otras cosas... notas y memes sobre gatitos.

Justo un día después de la salida de Abramson, BuzzFeed dio a conocer en exclusiva el borrador de 96 páginas titulado Innovation, elaborado por un grupo de ocho redactores y comandado por Arthur Gregg Sulzberger, hijo del dueño del NYT. El documento analiza cómo los nuevos medios digitales le han comido el mandado en materia de audiencia —en primer lugar de ellos, el propio BuzzFeed— y sugiere generar información que incremente su cifra de seguidores, una apuesta incomprensible para reporteros de viejo cuño que aún miden su éxito en función del número de notas publicadas en la primera plana de la Dama Gris.

En las páginas 16 y 17 se desarrolla el concepto disruption (parteaguas), un patrón industrial del que las compañías nuevas se valen de la tecnología para ofrecer productos más baratos, aunque de calidad inferior. Un ejemplo es la fotografía: Kodak y otras marcas líderes se rieron de las primeras cámaras digitales, cuya calidad visual era muy pobre, pero fueron incapaces de vislumbrar su prestación más valorada por el usuario: la capacidad de capturar imágenes disponibles para ser compartidas de inmediato. Esto es, aunque tomaran fotos borrosas, eran fáciles de descargar y enviar por correo electrónico (y luego por mensaje telefónico), volviendo obsoleto el proceso tradicional (y lentísimo, en comparación) de revelado e impresión en papel.

La analogía describe como anillo al dedo el fenómeno BuzzFeed, que en la línea de The Huffington Post comenzó como agregador de información relevante de otros medios y después aplicó una agresiva estrategia de distribución social basada en contenido altamente compartible y renovando la forma de presentar historias (un ejemplo son las listicles, compendios de tópicos del tipo “las 25 series de tv que marcaron tu infancia”), las que traduce a otros idiomas con ayuda de estudiantes de lenguas extranjeras gracias a una alianza con Duolingo, una táctica que le reporta un promedio de 130 millones de visitantes únicos e ingresos anuales de 40 millones de dólares.

El alma de BuzzFeed es el cuarentón Jonah Peretti, quien experimentó en carne propia la viralidad cibernética en 2001, cuando compartió una serie de correos que hizo ver mal al departamento de mercadotecnia de Nike. En respuesta a una campaña que ofrecía personalizar los tenis cosiendo en su tela cualquier frase que sugiriera el cliente, Peretti pidió que los suyos incluyeran la leyenda sweatshop (fábrica de esclavos), en alusión a las acusaciones de que se explota a niños en la elaboración de zapato deportivo.

El propio Peretti resume los puntos clave de su éxito en un documento mitad meme, mitad Powerpoint: aprovechar las redes sociales para difundir noticias con las que se identifique el usuario para que las comparta con sus amigos y clasificarlas según las reacciones que provocan (expresadas con las siglas LOL, OMG, WTF y palabras como “cute” y “win”). De dos años a la fecha incursiona en los terrenos hegemonizados por la prensa tradicional, tarea para la que contrató como editor general a Ben Smith, forjado en la cobertura de temas serios en el sitio Politico.com.

En Innovation, los reporteros del NYT se preguntan si en aras de su supervivencia deberían seguir defendiendo su tradición de periodismo de investigación “y simplemente ignorar a todos los BuzzFeed del mundo, con todo y sus videos de gatitos”.  No parece buena idea si se recuerda que los felinos tienen más de siete vidas.

*marco.gonsen@gimm.com.mx

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