Pedro Alonso

Consejería

Pedro Alonso

10 Jul, 2014

De la inflación mexicana y el “sabor del día”

Ayer conocimos el dato de inflación del mes de junio, que resultó en un incremento de 0.17% para la inflación general, muy similar a lo esperado por los analistas que participamos en la encuesta  de Banxico, que en promedio era 0.18%. Un servidor estuvo arriba del promedio, con 0.20%. La inflación de los últimos 12 meses fue 3.75 por ciento.

En términos anuales, la inflación subyacente al mes de junio pasado fue de 3.1% y ha mantenido este perfil ciertamente bajo desde hace ya varios meses, y que se parece mucho al objetivo de 3% que Banxico ha establecido. En tanto, la inflación no subyacente registró un avance anual de 5.96% impulsada por 7.6% de la energía y tarifas fijadas por el gobierno, junto con 3.4% de los bienes agropecuarios.

Así las cosas, es de esperarse que la inflación en este 2014 se mantenga en estos niveles, es decir, entre 3.5 y 4%, salvo sorpresas  desagradables, como los shocks de oferta que hemos sufrido en el pasado, particularmente por precios de bienes agropecuarios, que lamentablemente son incontrolables y a mi entender, fuera del espectro de la política monetaria. El pronóstico de la encuesta mencionada es 3.79% y mi pronóstico está un tanto abajo de este nivel; en 3.5 por ciento.

Como usted sabe, el “sabor del día” de ayer fue el anuncio hecho por América Móvil (AMX) la tarde del martes pasado, respecto de su decisión de llevar a cabo la desincorporación y venta de ciertos activos para reducir su participación en el mercado de las telecomunicaciones en México, por debajo de 50% y evitar con ello ser un “agente económico preponderante”, en los términos de la legislación actual del sector de las telecomunicaciones. Cualquier cosa que todo lo anterior signifique o llegue a significar.

A consecuencia de lo anterior, quiero suponer, el precio de la acción de AMX subió 9.54% el día de ayer con respecto del cierre del martes pasado. Y decidí vender mi posición, por esta razón y no por otra. El alza me pareció lo suficientemente atractiva como para tomarle la palabra. No muchas veces algo sube casi 10% en un día.

¿Qué significa la decisión de AMX? Pues a ciencia cierta no lo sé, al menos por ahora. Si tengo que juzgar por lo que pasó ayer con el precio de la acción, pues cabría pensar que lo que va a ocurrir es algo bueno para la empresa, pero me faltan datos e información para evaluar correctamente el tema y tengo la sensación que estoy en medio de muchas generalidades y eventualidades.

Y suelo decir que si no entiendo lo que tengo enfrente, pues mejor reduzco mi riesgo respecto del objeto que le genera.

Según costumbre, muchos en el mercado sienten que están obligados a entender todo y a emitir una opinión que al menos pueda sonar inteligente. A las alturas de mi partido, yo paso. Prefiero decidir –como usted sabe– con lo que veo y tengo en la mano, no por lo que me imagino. Y para mí, la imaginación es un recurso educado, que refiere de datos, información y conocimientos, mismos con los que hoy no creo contar para poder compartir con usted una idea sensata.

Pero me resisto a tomar a la declaración “frontal” de AMX como único motivo de la decisión anunciada, insisto, más allá de lo que vaya a resultar. Creo que en el fondo lo que estamos atestiguando es el principio de una especie de transformación de la empresa que le permita no sólo adecuarse a las normas actuales del sector, sino aprovecharlas lo mejor posible.

Vender activos, independientemente de la manera en que está planteada –superficialmente– en el comunicado de AMX, no necesariamente implica reducir el tamaño o perder capacidad de competir. Creo que es más bien todo lo contrario.

¿Recuerda el tema de las acciones de AMX que eran propiedad de ATT? Recientemente escribí en un par de ocasiones sobre el particular. La primera cuando se hizo el anuncio de la venta (Consejería del 20 de mayo pasado) en la que esencialmente escribí que nadie “chachareaba” una posición de 8% del capital de una empresa y que al mayoritario (Grupo Carso, en este caso) sí le importa este asunto, aunque diga que no.

La segunda vez que escribí al respecto fue hace apenas siete Consejerías atrás (en la del 2 de julio), cuando Grupo Carso anunció que siempre sí compraba el paquete de ATT, como era obvio que iba a suceder. Y nadie compra 8% del capital de AMX si piensa que las cosas van a ir mal. Lo que también es obvio. De entrada, ya no fueron mal. Por eso vendí. Suerte.      

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