David Páramo

Análisis superior

David Páramo

29 Ago, 2014

En una semana

A un cuando el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, tiene hasta el 8 de septiembre para entregar el paquete económico para el año próximo, todas las señales indican que lo hará el viernes 5 de diciembre.

La razón es más o menos sencilla, puesto que primero será el Segundo Informe de Gobierno el lunes y se dará un tiempo para que este evento, con el que terminará el tercio de grandes cambios legislativos, sea tomado debidamente.

El Presidente está muy interesado en demostrar que los cambios fueron los correctos y hacer comprender a la población que los resultados no serán inmediatos, por lo que la población deberá tener una suerte de paciencia. ¿Cómo lo hará? Quizá es el siguiente gran reto de su administración.

Desde el punto de vista de los números en el país, no ha pasado absolutamente nada. La economía sigue creciendo en el promedio en el que lo ha hecho durante las últimas décadas; el nivel de empleo crece en términos generales igual. La economía es un poco más sólida de lo que era, sin que ése pueda ser un cambio trascendental, puesto que se encuentra en el margen.

Así las cosas, el Presidente de la República se dará un tiempo para que él y sus secretarios de Estado hagan una suerte de road show en el cual se hable de la siguiente etapa en la cual la ejecución será fundamental.

No debe verse con desprecio el absurdo capricho del populista Gustavo Madero (que según sus cercanos quiere ser candidato del PAN a la Presidencia de la República en el políticamente lejano 2018), quien quiere seguir en un proceso legislativo continuo y revivir el Pacto por México que es de la pocas buenas decisiones en las que ha implicado al partido político que encabeza.

Presupuesto

Hay un cierto sector de la población que no acaba de entender al secretario de Hacienda, Luis Videgaray. Pretenden que la Secretaría de Hacienda modifique las estimaciones del crecimiento económico cuando ellos quieren y no de acuerdo con el calendario que presentó hace ya prácticamente un año.

Esos mismos son los que se llaman sorprendidos o creen que es noticia la reiteración de Videgaray en el sentido de que no habrá nuevos impuestos ni se incrementará la tasa de los que fueron aprobados el año pasado.

Cuando el titular de la SHCP regresó del Foro Económico Mundial, propuso un pacto a los empresarios de certidumbre fiscal. Ante la negativa del gremio representado por el Consejo Coordinador Empresarial, encabezado por Gerardo Gutiérrez Candiani, de entrar en una negociación porque querían cambios a los que no estaba dispuesto el gobierno, entonces Videgaray anunció un acuerdo de certeza económica en el cual se comprometió a no crear nuevos impuestos o aumentar la tasa en el resto de la administración de Enrique Peña Nieto.

Con base en estos hechos es difícil comprender la sorpresa de algunos; sin embargo, no quiere decir que el gobierno no vaya a proponer cambios que tienen que ver con precisiones o ajustes en materia tributaria.

El gran reto que tendrá el gobierno será convertirse en una suerte de pared en contra de las ocurrencias de los legisladores, puesto que entre ellos hay una suerte de creencia que las reformas estructurales, particularmente la hacendaria y energética, ya generaron una gran cantidad de recursos que deben ser gastados en programas que les beneficien políticamente a ellos considerando que el año próximo habrá elecciones de medio término.

Así las cosas, el gran reto en esta discusión presupuestal será mantener la ortodoxia económica a pesar del renacimiento de los movimientos neopopulistas.

Despidos

Luego de que Aeroméxico, presidida por Eduardo Tricio, fracasara jurídicamente en hacer que los sobrecargos miembros de ASSA tuvieran dos contratos (uno para los que ya estaban en la empresa y otro para las nuevas contrataciones), el ambiente se ha tornado un tanto hostil.

De entrada, la empresa plantea que seguirá todas las rutas legales a su alcance para tratar de revertir una situación que les llevó a solicitar un conflicto de naturaleza económica ante la Secretaría del Trabajo.

De acuerdo con fuentes vinculadas a los sobrecargos, la empresa está incurriendo en una “salvaje” política de despidos a los sobrecargos, especialmente los que tienen una mayor estancia en la empresa y por lo tanto tienen un mayor costo laboral, prácticamente por cualquier pretexto.

Acusan que su líder, Ricardo del Valle, poco o nada ha hecho para disminuir una situación que se está convirtiendo en verdaderamente tensa.

Lo cierto es que la situación se pondrá muy complicada tanto para la empresa como para los trabajadores.

CMA

Hace cuatro años se confirmó un adelanto que usted pudo leer en esta columna desde prácticamente un año antes de que sucediera. En este espacio le informamos con la debida oportunidad que la gestión de Gastón Azcárraga y sus compinches era altamente nociva para la empresa, puesto que estaban incurriendo en acciones que hoy se sabe han dado espacio para la presentación de denuncias penales y que estaban equivocando la política de precios y de competencia.

Azcárraga y su equipo pretendieron chatarrear a Mexicana, pasar por encima de los trabajadores y cuando perdieron el control escaparon de una manera verdaderamente cobarde e irresponsable.

Cuando iniciamos con estos adelantos periodísticos, había quienes lanzaban furiosos desmentidos o amenazas; sin embargo, era fácil ver la tragedia que se estaba convirtiendo para ocho mil 500 trabajadores.

Las señales de la caída no eran, como pudiera pensarse, los grandes números de la empresa puesto que hasta el último momento maquillaron la información con lo que obtuvieron créditos tanto de Banorte como de Bancomext.

El principio del fin tenía que ver más con aparentemente hechos pequeños en la administración, como la política laboral o de manejo de activos, que planteaban señales verdaderamente graves.

GMéxico

Fieles a la estrategia que más o menos les funcionó con la tragedia de Pasta de Conchos, los de Minera México, encabezados por Germán Larrea, han propalado mentiras que no han sostenido ante las reacciones de la autoridad y se tratan de hacer pasar como víctimas de un linchamiento.

Pretenden hacer creer que hay un odio en contra de ellos y de ahí los cuestionamientos por el ecocidio que causaron en Sonora y que, según parece, quieren pagar con promesas.

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