Carlos Velázquez

Veranda

Carlos Velázquez

16 Ene, 2015

Impulsar ordenadamente el turismo de naturaleza

El turismo de naturaleza es uno de los segmentos de mercado con más potencial de crecimiento en México y el Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), que dirige Rodolfo López Negrete, se dispone a promoverlo más este año, lo que puede ser un “arma de dos filos”.

A finales de la administración pasada, fotografías espectaculares del Sótano de las Golondrinas, en San Luis Potosí, dejaron boquiabiertos a quienes las vieron en promocionales que incluso fueron exhibidas en Times Square en Nueva York.

Descender a rapel desde el tiro superior de una cueva hasta su base a cientos de metros abajo, mientras miles de golondrinas vuelan alrededor, es una visión que anima a los aventureros.

El problema no sólo es que pocos tienen las características físicas y mentales para hacerlo (un escolta del entonces presidente Felipe Calderón entró en pánico, por ejemplo, cuando pretendía acompañar a su jefe); sino que la comunidad donde se encuentra ha cambiado frecuentemente las reglas de acceso.

Otro caso es el de la pequeña playa que encierran las islas Marietas, en Nayarit; pues los atractivos cárteles e imágenes que ha producido el CPTM animan a muchos, que luego encuentran un espacio abarrotado de viajeros.

El problema no es del Consejo, en realidad habría que celebrar la creatividad de las campañas y la calidad de las propuestas visuales; pero sí es relevante que haya una mayor coordinación con otras autoridades involucradas.

Concretamente la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), que dirige Juan José Guerra Abud, tiene un área de oportunidad para establecer mejores reglas de acceso a estos sitios y cobrar por hacerlo.

El precio tendría que ser la barrera de entrada, y si una persona ya pudo pagar mil quinientos pesos por ir en un barquito a las Marietas, pues habría que cobrar otros 500 por entrar a la pequeña playa, aunque también se abran espacios a estudiantes o personas con algún interés especial que no puedan pagar esa suma, como sucede en los museos.

Ese dinero podría ser invertido en la conservación de los espacios y no diluirse en un fondo de destino incierto, como pasa ahora con los 10 pesos que cuesta entrar a la playa.

Hace unos días Natgeo lanzó con bombo y platillo en Estados Unidos su colección de los mejores lodges del mundo, con precios de mil dólares o más por pasar una noche.

El interés creciente por el turismo de naturaleza es una tendencia y el CPTM impulsa esta fortaleza de México; el gran reto es aprovechar esta decisión de manera ordenada pues, de lo contrario, aquí también prevalecería la visión de un país con ideas de primer mundo y una realidad que no las sostiene.

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