Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

25 Mar, 2015

Wiki

Los estudiantes que ahorran tiempo y esfuerzo en la confección de sus tareas escolares debieran tener en la mente el nombre de Howard Cunningham, así sea sólo como agradecimiento por facilitarles la holgazanería, aun cuando ésa no era la intención del hoy sexagenario ingeniero a la hora de concebir su más célebre invento.

Más bien, su objetivo era contribuir a una sociedad más inteligente y creativa, vocación que cultivó desde que cursaba el bachillerato en su natal Highland, Indiana. Integrante de una comunidad de radioaficionados que difundían información y brindaban entretenimiento por medio de las ondas hertzianas, el joven Ward ingresó en la década de los sesenta a un programa del Instituto de Tecnología de Illinois que facilitaba a los alumnos el acceso a sus grandes computadoras centrales. Lo que comenzó como un simple entretenimiento derivó en la pasión que finalmente guió su carrera en la Universidad de Purdue, de donde se graduó en 1978.

Contratado para dar seguimiento a proyectos computacionales de la fábrica de osciloscopios Tektronix, en Oregon, Cunningham lidió con el conservadurismo de colegas suyos reacios a compartir conocimientos. Su convicción era que el intercambio de ideas era vital para cumplir la tarea que le fue encomendada y, por ello, trabajó en una herramienta tecnológica que lo facilitara, como hacía la radio amateur de su adolescencia. La inspiración la halló en Hypercard, un sensacional programa instalado gratuitamente en las computadoras Macintosh de 1987 (sí, es otra de las grandes aportaciones de Apple ninguneadas históricamente porque corresponden a la época en que no estuvo Steve Jobs).

Creado por un típico nerd llamado Bill Atkinson, HyperCard era la versión electrónica de un fichero mediante el cual se podía ingresar textos y gráficos en tarjetas digitales que se comunicaban entre sí por medio de hipervínculos. Una de sus utilidades prácticas era funcionar como directorio telefónico, y bastaba un clic en un número para realizar una llamada telefónica. Como diría cierto eslogan publicitario, era tan sencillo de utilizar que incluso los niños podían manejarlo.

Esa amigable virtud animó a Ward a desarrollar un programa basado en la funcionalidad del HyperCard. La novedad consistió en que las tarjetas digitales podían ser escritas y reescritas por usuarios conectados desde distintas computadoras, una herramienta que facilitaría la colaboración para ingresar datos, debatir sobre ellos y corregirlos si era preciso.

En 1991, Ward renunció a Tektronix y fundó con su esposa su propia consultoría, Cunningham & Cunningham, en la que comenzó a trabajar en un protocolo que diera a cualquier persona, sin conocimientos de cibernética, el poder de intervenir y modificar sitios de internet habilitados para ese fin. La primera página de ese tipo que diseñó vio la luz el 25 de marzo de 1995 y la utilizó para invitar a colegas suyos a debatir ideas sobre programación. Tanto este sitio como el software utilizado para correrlo debieron llamarse QuickWeb (primer nombre que se le vino a la mente), pero fueron bautizados finalmente como WikiWikiWeb.

El propio Ward definió las reglas para publicar en aquel experimento pionero: el contenido sería escrito por los usuarios, “gente como usted y como yo”; cualquiera podría editar páginas y crear nuevas; el estilo de escritura sería casual, como el del correo electrónico, y aunque no se trataba exactamente de un chat, era posible conversar.

Toda esta gesta está narrada detalladamente por el periodista Andrew Lih en el capítulo tercero del libro The Wikipedia Revolution (Hyperion, 2009) y por el propio Cunningham en la página oficial de su compañía, c2.com. Este sitio incluye la correspondencia que sostuvo con etimologistas del American Heritage Dictionary y de Oxford University Press, quienes le preguntaron del origen del nombre “wiki”, palabra que en Hawai significa “rápido” y que Ward conoció en 1982 durante su luna de miel en el archipiélago (al llegar al aeropuerto de Honolulu, un empleado lo apuró a que tomara el “wiki wiki bus”, el camión que conecta las terminales).

La idea de que todo mundo pudiera meter mano a una página sonaba peligrosa. Sin embargo, Ward Cunningham ha sido siempre un firme convencido de que la colaboración en línea funciona porque la mayoría de la gente es buena y vale la pena confiar en ella (así lo refrendó en una entrevista de semblanza que publicó en 2005 el diario local The Oregonian). Esto lo demuestra cotidianamente Wikipedia, el sitio lanzado en 2001 por Jimmy Wales y Larry Sanger con base en la tecnología de Cunningham y que libra el vandalismo gracias al compromiso de la comunidad que lo alimenta.

Hoy, al cumplirse 20 años de la creación de WikiWikiWeb, los estudiantes actuales deberían rendir homenaje a esta filosofía enriqueciendo con información debidamente referenciada las páginas que sólo les sirven para ejercitar el copy-paste.

*marco.gonsen@gimm.com.mx

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