El Apple Watch con poca cuerda

Llevo un mes utilizando el Apple Watch, entre la versión económica con caja de aluminio, la intermedia con caja de acero y el modelo con caja de oro rosado o dorado, opte por el acero. Aunque en la página de internet los modelos de acero y aluminio se ven similares hay una diferencia en la estética entre las dos versiones, el de oro lo descarté por el precio y porque el dorado brillante en un reloj para hombre me remite a los líderes sindicales.

En la lógica de la compra radica el éxito o fracaso de Apple en su irrupción en esta nueva categoría, si uno compra el reloj pensando sólo en el gadget no vale la pena hacerse de una versión más costosa, debido a que las funcionalidades son las mismas y el aparato perderá vigencia en año y medio cuando salga un nuevo modelo; además, no se justifica la diferencia de precio, en México es cuatro mil 200 pesos entre uno y otro, sin embargo, si uno considera que es un accesorio, entonces la decisión se inclina por una versión más costosa, obvio mucho tiene que ver la personalidad de quien lo utiliza.

A diferencia de mi primera Blackberry, iPad o smartphone, la experiencia con el Apple Watch no ha sido trascendental, no se ha vuelto indispensable en mi vida, aunque se trata de un experiencia satisfactoria en general, no pasa nada si me quedo sin reloj, en cambio me sería difícil vivir sin smartphone o iPad. A diferencia de algunas críticas que he leído en donde los usuarios son aturdidos con las vibraciones de la muñeca y se vuelven incapaces de sostener una conversación sin voltear constantemente a ver a sus relojes, en mi caso ha sido relativamente útil ver las actualizaciones de noticias en el dispositivo y al estar en alguna reunión es más discreto ver el remitente en el Whatsapp que sacar el celular a la mitad de la mesa. En cuanto a los temas de salud, el único aporte del reloj es informarme que llevo muchas horas de actividad, pero nada específico en cuanto a rendimiento, será cuestión de tener nuevas apps.

Mi experiencia como usuario me inclina a pensar que el reloj no es revolucionario como sí lo fue el iPhone o iPad, aunque para tener una evaluación concreta tendré que esperar, debido a que Apple optó por no reportar las cifras de las ventas del reloj y agrupó el resultado en la categoría de “otros productos”, donde se conjuntan las ventas de AppleTv, Beats Electronics, iPod y otros accesorios, que en total sumaron dos mil 641 millones de dólares. Aunque Tim Cook, CEO de la empresa, dijo que las ventas del reloj superaron las expectativas internas de Apple, el resultado no fue prometedor. Si descontamos que las ventas de Beats Electronics, que fue comprada por Apple en mayo del año pasado, en 2013 estaban calculadas en mil 500 millones de dólares y que las ventas del iPod, reportadas por separado por última vez en el cuarto trimestre fiscal de 2014, representaron 410 mdd, aunque con caídas de 40% y que cálculos de las ventas de AppleTv andan por los 200 mdd trimestrales, podemos asumir que sin el reloj las ventas agrupadas en la categoría “otros productos” rondarían entre mil 700 y dos mil millones de dólares. Por lo tanto, las ventas del Apple Watch habrían significado ingresos extras en un rango que va de los 640 a 940 millones de dólares y divididos por un precio promedio por Apple Watch de 550 dólares se vendieron en promedio entre un millón 100 mil hasta un millón 700 mil unidades, siendo muy optimistas, y dado lo rudimentario de la información hasta dos millones, lo que apenas representaría 4% de las ventas por unidad del iPhone 6, aunque superior a las ventas por marca de los otros smartwatch.

Al ser un producto nuevo y con la base de clientes de Apple se puede proyectar que podría llegar a los 20 millones de unidades anuales, no es poco, pero no es revolucionario, tal parece que al Apple Watch le falta cuerda. Más allá del nuevo producto, Tim Cook ha demostrado que ha podido mantener el ímpetu de Apple y que a pesar de que el trimestre, que terminó en junio, suele ser estacionalmente bajo, mantuvo la inercia de crecimiento del iPhone 6 y ha mantenido el espíritu que le permite a la compañía pensar en irrumpir en el sector automotriz, como sea es la empresa más valiosa de la tierra con un valor de capitalización de 746 mil millones de dólares al cierre de ayer, poco más de la mitad del PIB mexicano.