Seis pasos para salvar un teléfono que cayó al agua

Ciudad de México.- Actualmente hay celulares que ya son resistentes al agua, por ejemplo, los usuarios de algunos modelos Xperia de Sony ya no temen sumergir su teléfono en líquidos y hasta se aventuran a portarlos en las albercas.

Sin embargo, para la gran mayoría, los teléfonos y el agua nunca han sido ni serán buena combinación, y lo más común es que cuando nuestros dispositivos se ven comprometidos por la presencia de líquidos no sabemos qué hacer.

Las compañías sólo nos dicen que no se deben mojar, pero más allá, no dan una solución para cuando un teléfono se moja, y pues, ante la falta de información, los usuarios tendemos a crear manuales que nos ayuden a salvar nuestros preciados teléfonos.

Ante una situación así, primero que nada, no hay que entrar en pánico. Sí, el tiempo es vital para salvarlo, pero al actuar correctamente podemos aumentar las posibilidades de reducir el daño o la pérdida total de nuestro teléfono.

A continuación presentamos lo que se debe hacer y no hacer cuando un teléfono cae al agua.

1. Apaga el teléfono. Instintivamente procuramos probar que el móvil no haya sufrido daño, pero unos segundos pueden hacer la diferencia para que sobreviva. Tan pronto como cae, debemos sacarlo rápido del agua y apagarlo.

NO. Lo mejor es no revisar si aún funciona. Al presionar botones se puede propiciar que ingrese más agua al interior.

2. Remueve la tarjeta SIM y los periféricos. Se tienen que retirar todas las cubiertas o protectores, y remover las tarjetas SD y SIM. Quitar cualquier cosa que pueda secarse por sí sola. Entre más áreas se puedan ventilar es mejor. Con teléfonos que vienen sellados como el iPhone no se puede realizar este paso.

NO. Las tarjetas SIM pueden sobrevivir al agua, pero no al calor. Lo mejor es no colocar la tarjeta y el celular dentro o cerca de un horno. El calor puede deformar y derretir los circuitos internos del teléfono y algunos componentes. Tampoco ayudan las secadoras de aire caliente.

3. Saca el agua. Una aspiradora puede ayudar a succionar el agua, también se puede utilizar un popote para retirar la mayor cantidad de líquido posible. Quitar el agua de los orificios es muy importante. En el caso de los iPhone, se debe enfocar en el área del auricular, el micrófono y puerto para recargar. Al succionar el líquido, debemos colocarlo en una taza para no ingerirlo.

NO. Por ningún motivo debemos sacudir el teléfono para sacar el agua. En lugar de eso, lo mejor es utilizar algodón o toallas para secar los componentes del móvil. Si se sacude, sólo se incrementan las posibilidades de que el agua llegue a los circuitos.

4. Mete el teléfono en arroz. Sólo porque el teléfono está seco por dentro, no quiere decir que esté seco por fuera. Para asegurarse de eso, lo mejor es meter el teléfono en un tazón de arroz crudo. Así, se absorberá toda la humedad atrapada dentro del celular para asegurarse de que quede completamente seco por dentro.

También se puede meter en un tazón lleno de silicón, como el que se encuentra en las cajas de zapatos, pues es perfecto para absorber la humedad dentro del teléfono.

Ya sea cualquiera de las opciones, el celular deberá permanecer en arroz o silicón durante tres días seguidos.

5. Enciende el teléfono. En 24 horas se puede saber si el móvil se salvó o no. Llegó el momento de colocar todos los componentes, cargar la batería y tratar de encenderlo. En el caso de notar la existencia de humedad, lo mejor es regresar el teléfono al arroz y dejarlo otras 24 horas.

6. Revisa la garantía. También se puede revisar el ‘liquid contact indicator’ (LCI) o indicador de contacto con líquidos, un pequeño sticker blanco que cambia a color rojo cuando entra en contacto con el agua. Los fabricantes colocan los LCI en sus productos para utilizarlos como prueba de fuego al momento de decidir si hay reclamaciones por garantía. En la mayoría de los casos, pueden negarse a reparar o reemplazar el auricular si la LCI cambió.

Jbf