¿Qué esperar para las proyecciones del PIB? ¿Ajustes a la baja?

Antes de comentar con usted mis primeras impresiones acerca de las proyecciones contenidas en el que me parece es el documento fundamental del Paquete Económico —Criterios Generales de Política Económica—, le pido su comprensión para aceptar una pequeña licencia, la cual, si bien nada tiene que ver con la materia económica, sí nos es muy útil para entender la estatura y dignidad de quienes nos sirven en el sector público, no sólo hoy sino desde hace decenios. 

La intervención del secretario de Hacienda este martes, con motivo de la entrega del Paquete Económico, me hizo recordar el lenguaje servil que los funcionarios utilizaban allá por los años cincuenta o sesenta del siglo pasado, para referirse al poderoso en turno.

Es inconcebible que hoy, aún prive en nuestros funcionarios esa visión donde de su trabajo, nada se mueve, y menos se piensa y hace, sin la instrucción específica del Señor Presidente. ¿No siente pena el secretario de Hacienda y los que como él, nada saben y pueden hacer sin la instrucción expresa del Señor Presidente, cuando utilizan ese lenguaje acedo y caduco?

¿No se dan cuenta de la imagen que proyectan al utilizarlo? ¿No entienden que el Presidente, lejos de beneficiarse con esa melcocha pegajosa de servilismo, lo hace ver como un gobernante anticuado, más propio de los años del dorado autoritarismo y no de los tiempos que corren? Vayamos ahora al Paquete Económico.

La revisión del Marco Macroeconómico en los Criterios Generales de Política Económica 2016, que sirve de base para los cálculos que aparecen en la iniciativa de Ley de Ingresos está, por fortuna, más cercana a la realidad que se ve para el año próximo.

El pronóstico de la variación del PIB, así lo demuestra; plantear un rango que va del 2.6 a 3.6 por ciento pudiere parecer, a no pocos, elevado pero, frente a los excesos de Hacienda en los años 2013, 2014 y 2015, hay que agradecer la mesura actual.

Un dato que sorprende, es el relativo al precio del barril de la Mezcla Mexicana de Petróleo. Proyectar 50.00 dólares como promedio para el año 2016, suena extraño, dado que la cobertura adquirida para 212 millones de barriles a exportar, fue de 49.00 dólares.

¿Acaso, ante la cifra del precio del barril de petróleo que los modelos arrojan para el año 2016, no hubo quién quisiera vender la cobertura de un barril más a ese precio? ¿O, dada la debilidad de las finanzas públicas, haber propuesto un precio más ajustado a la realidad habría obligado a mayores recortes y eso, con doce gubernaturas en juego, habría sido suicida?

Sorprende también la paridad peso-dólar; ¿en verdad esperan que la divisa norteamericana promedie 15.90 pesos por dólar? ¿Es factible una reducción del orden de $1.40 pesos para poder alcanzar ese promedio?

Lo que sí está para llorar, y debería ser motivo de preocupación, son las plataformas de extracción y exportación de petróleo proyectadas.

Extraer 2.247 millones de barriles diarios y exportar 1.091 representa, se acepte o no, la confirmación de la debacle de Petróleos Mexicanos (Pemex), y la aceptación tácita de lo irreversible —casi definitiva—, de la quiebra de Petróleos Mexicanos.

¿Qué le parece que sigamos el martes?