¿Es el papa Francisco un anticapitalista marxista?

CIUDAD DE MÉXICO.- El papa Francisco llegó ayer a Estados Unidos, donde realiza una gira de seis días durante la cual visita la Casa Blanca, hablará ante el Congreso y las Naciones Unidas, y asistirá al Encuentro Mundial de las Familias.

En un momento en que en Estados Unidos es más visible que nunca el choque entre conservadores y liberales, el discurso del Papa en cuanto lo económico le ha valido que quienes están de acuerdo con él en temas sociales lo llamen anticapitalista o marxista.

Sin embargo, la postura de Francisco no se aleja de aquella que la Iglesia Católica ha mantenido desde que en 1891 el papa León XIII publicó el documento “Rerum Novarum”, “De las cosas nuevas” en español.

Dicha encíclica, que surgió después de la Revolución Industrial, en medio de la lucha por las uniones sindicales, marca el inicio de lo que se conoce como la Doctrina Social de la Iglesia, el pensamiento de la institución sobre el trabajo y la economía.

¿Una Iglesia capitalista?

En el marco del centenario de la “Rerum Novarum”, Juan Pablo II publicó una encíclica llamada “Centesimus Annus” en la que se cuestiona si el capitalismo es una buena idea.

La respuesta es obviamente compleja”, escribió.

El pontífice concluye que si el capitalismo es un ambiente donde las empresas detonan la creatividad y son responsables de los impactos de su trabajo, entonces es bueno. Y agrega que si el capitalismo es entendido como la ganancia personal y no beneficia a la humanidad entera, entonces no es bueno.

El papa Francisco ha sido muy vocal en transmitir esta idea de Juan Pablo II cuando critica el capitalismo actual, donde mientras millones de personas sufren pobreza y grandes empresas buscan sólo acrecentar sus resultados.

Un capitalismo salvaje ha enseñado la lógica del beneficio a cualquier costo, del dar para obtener, del provecho sin mirar a las personas (…) y los resultados los vemos en la crisis que estamos viviendo”, dijo en una ocasión.

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Mejor una economía moral

Como puede esperarse de una religión, las acciones humanas, incluso las económicas, deben ser moralmente correctas. Y esa moralidad resuena nuevamente en lo que plantea la Doctrina Social de la Iglesia, en poner el avance económico en beneficio de la sociedad.

El dinero debe servir y no gobernar” es una de las frases más recordadas de Francisco.

¿Y qué se puede hacer?

Aunque el mensaje de Francisco ha hecho eco de las prácticas de las grandes empresas, también ha sido enfático en que el cambio puede venir desde quienes escuchan su mensaje, cualquier persona que decida cambiar sus actos.

En la encíclica “Laudato Si”, el papa Francisco se enfoca en el cambio climático, el cual atribuye en gran parte al capitalismo voraz del que ha hablado durante su pontificado. En este sentido, dice que el estilo de vida en los países que cuentan con una cultura de consumo “inmediatista” debe cambiar.

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Quizá las declaraciones que más han hecho que se gane el adjetivo de “marxista” son aquellas en las que advierte que el mercado por sí sólo resolverá problemas como la pobreza y el hambre. Por eso su insistencia a gobiernos de redoblar esfuerzos en el combate a estos problemas.

En resumen, se podría decir que el papa Francisco y la Iglesia Católica ven una economía donde el modelo permita el desarrollo de la creatividad y la actividad empresarial en beneficio de la sociedad en su conjunto, donde siempre se tenga en cuenta el impacto de dichas actividades sobre otras personas y el planeta. Y en aquellos lugares donde la riqueza se encuentra mal distribuida, los gobiernos deben implementar políticas que permitan a todos cubrir sus necesidades básicas para tener las mismas oportunidades de desarrollo.

*gl